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El gobierno de Javier Milei implementó un plan para cerrar las "tres canillas" de emisión monetaria en Argentina, buscando estabilizar la economía tras una brecha cambiaria del 60%. Este plan implica esterilizar los pesos en circulación y limitar la emisión de dinero por parte del Banco Central. A pesar de la intervención, los riesgos en el mercado aún persisten. La implementación de las Letras Fiscales de Liquidez (LeFi) y otras medidas buscan controlar la inflación y preparar el camino para levantar el cepo cambiario, generando incertidumbre en los inversores sobre el futuro del tipo de cambio y el impacto de la eliminación del impuesto PAIS.

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Después de una brecha cambiaria en torno al 60%, el gobierno de Argentina intervino en el mercado y buscó sanear finalmente el Banco Central para acelerar la salida del cepo. Analistas advierten sobre riesgos aún latentes.

Tras una semana de incertidumbre en el mercado y una brecha cambiaria en torno al 60%, el gobierno de Javier Milei en Argentina lanzó un nuevo esquema para esterilizar los pesos circulantes y cerrar finalmente las “tres canillas” (o llaves) que expanden la base monetaria.

Es decir, retirar de circulación el dinero que se emite cuando el Banco Central trasandino (BCRA) compra reservas, aún débiles y lejos de lo deseado para salir de las restricciones: cayeron a 27.613 millones de dólares, el nivel más bajo desde abril de 2024.

El ministro de Economía, Luis Caputo, encaró la segunda fase de su plan para asegurar la supresión de la emisión de pesos para asistir al Tesoro (ya interrumpido el año pasado), del pago de intereses de los pasivos remunerados y de la compra de dólares por parte del BCRA.

Sobre esta última “canilla”, el funcionario anunció en la red social X: “A partir de ahora la cantidad de dinero queda igual o se reduce (si el Banco Central vendiera dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios). Es decir, si el BCRA comprara dólares en el MULC, la emisión de pesos equivalente será esterilizada con la venta de dólares equivalentes en el mercado de contado con liquidación (CCL)”.

Para quienes son ajenos a este universo, el CCL básicamente es una operación en la que una persona jurídica puede cambiar pesos argentinos por dólares en el exterior, a través de la compra-venta de acciones o títulos de deuda.

Entonces, el Central introduce dinero en la economía, en este caso mediante la compra de activos financieros, y posteriormente realiza una acción compensatoria para retirar esa misma cantidad de dinero del mercado.

“En la medida que el BCRA inyecte pesos por compra de dólares en el MULC, efectivamente venderá dólares en el CCL para esterilizar esos pesos. Es decir, la cantidad de pesos ya no crecerá más. Sólo se achicará, ya que el país cuenta hoy con superávit fiscal”, añadió Caputo.

La cotización del dólar paralelo, libre o “blue” había sufrido un alza desde inicios de mes y llegó a registrar una suba de 130 pesos o 9,5%. Fue el viernes 12 de julio cuando alcanzó su récord nominal a $1.500, mientras que el “contado con liqui” cerró en $1.428,58 y el MEP en $1.416,24.

Por lo tanto, la brecha cambiaria con el dólar mayorista ($920) tocó el 63% para el caso del paralelo, llegó al 56% para el contado con liqui y trepó 54% para el MEP. Todas fueron las mayores diferencias en lo que va de la gestión mileísta, aunque aún lejos de la brecha del 200% en octubre de 2023, cortesía de las medidas del exministro de Economía y excandidato del peronismo, Sergio Massa.

Justo en medio de la desconfianza por la demora de la salida del cepo, la administración de Milei se vio obligada a bajar la presión en los mercados.

De hecho, el lunes pasado, la primera jornada tras el anuncio de intervención, el Gobierno logró apaciguar las pizarras. El dólar blue cayó 85 pesos respecto al récord y cotizó para la venta a $1.415, en lo que fue una caída del 5,7%. En cuanto al contado con liquidación, cedió 8,5% y tocó los $1.307,18, unos $121,40 menos que el cierre anterior. Mientras que el dólar MEP cerró 7,7% abajo y quedó en $1.307,54 (- $108,70).

Sin embargo, la reacción del mercado a esta movida no fue positiva. Se registró una suba del riesgo país, elaborado por JP Morgan, cercano a los 1.600 puntos -el más alto en los últimos cuatro meses- y un desplome de las cotizaciones de acciones y bonos. Además, el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cayó un 12,3% en la jornada del lunes.

“La intervención puso en duda la capacidad del Banco Central para acumular las reservas y pagar la deuda en dólares, así sube el riesgo país, es una relación directamente proporcional. De haber más reservas, más valen los bonos. No fue tan tranquilo el inicio de la semana”, evaluó Roberto Cucchetti, analista financiero de Portfolio, en diálogo con BioBio Chile.

Coincidió también el economista José Vargas, director de la consultora Evaluecon, al asegurar que “el mercado vio con muy malos ojos esta medida, de un financista o trader”. Agregó que “si el Gobierno empieza a jugar en los mercados del dólar, utiliza reservas del Central que prácticamente no tiene y le quita credibilidad”.

“Hasta la semana pasada, venía con un objetivo de sumar reservas, pero el último giro terminó de complicar esta credibilidad, pasar del eje de seguir sumando reservas a apostar por bajar el dólar marginal. Fue visto de muy mala manera por el mercado y el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, declaró a este medio Vargas, quien recordó que $1.500 como cotización para la venta del dólar blue “no es una muy alta”, ya que si tomáramos el valor de noviembre de 2023 y lo actualizamos, daría $2.900: “No era para desesperarse e intervenir”.

Llegan las LeFi para absorber la deuda del Banco Central

A la espera de que cedieran los seguros por los que el BCRA se comprometió a comprarle a los bancos la deuda del Tesoro (los llamados “puts”, presentes desde mediados de 2022), el Gobierno argentino lanzó las Letras Fiscales de Liquidez (LeFi), a través de la resolución conjunta N° 40/2024 publicada este jueves en el Boletín Oficial.

El monto a emitir es de 20 billones de pesos de valor nominal, tendrá vigencia hasta el 17 de julio de 2025 y la amortización será íntegra al vencimiento. También, las LeFi tendrán exenciones impositivas dispuestas en las leyes y reglamentaciones vigentes.

De esta manera, desde el lunes 22 de julio la deuda que tiene el Central con los bancos pasará al Tesoro, que emitirá LeFi a favor de los bancos. El Gobierno pagará los intereses de estos títulos con superávit fiscal -en junio fue de $238.000 millones- y clausurará esa canilla de emisión de pesos como ocurría hasta ahora.

“Es el último paso en la eliminación de esta fuente de emisión endógena que afecta adversamente la programación monetaria y el proceso antiinflacionario”, indicaron desde el BCRA.

Para Cucchetti, “van a ir devengando un interés que lo va a ir pagando el Tesoro, por eso es tan importante el superávit financiero porque puede ir reduciendo el stock de letras”. Precisó, además, que desde diciembre pasado los intereses rondan los $12,7 billones.

Para oxigenar el panorama, el Banco Central logró finalmente rescatar en las últimas horas los seguros de liquidez sobre bonos (puts) por un valor de $13 billones, que equivale al 78% de un stock de $16,7 billones en títulos asegurados. La entidad monetaria abonó a las entidades financieras $90.000 millones por las primas que habían pagado los bancos en su momento y que fueron ajustadas por inflación.

Con la intervención en el mercado de los dólares financieros, la implementación de las LeFi y la eliminación de los puts, el Gobierno busca lograr dos objetivos clave: sostener la desaceleración de la inflación, que hoy representa el bastión de su gestión, y preparar el terreno para levantar el cepo cambiario. Todo esto a la expectativa de un balance del Banco Central más robusto que fomente la confianza de los inversores.

Nuevamente, la pregunta que sigue desvelando a los ahorristas en Argentina: ¿a cuánto unificar el tipo de cambio? Si bien la brecha esta semana pudo contenerse entre el 40 y 45%, podría retroceder pronto al 30%.

“No alcanza”, advirtió Cucchetti, recordando que en abril la diferencia entre el dólar oficial y el blue tocó el 11,5%, por debajo del impuesto PAIS, ese 17,5% que grava las operaciones en moneda extranjera. Caputo adelantó que en septiembre esa alícuota será recortada en 10 puntos, hasta el 7,5%, y luego será eliminada por completo en 2025, tal como figura en el proyecto de Presupuesto enviado al Congreso.

“La duda que está dando vuelta en el mercado es si la eliminación del impuesto PAIS va con devaluación. La brecha debería ser más baja, pero si asumimos que en septiembre sacas parte del impuesto y devaluas, el mercado te va a esperar a diciembre. Es bastante complicada una devaluación anunciada”, sumó Cucchetti, a lo que postuló que el Gobierno “quiere ir reduciendo y descuartizando el cepo en partes, sin tener un día de salida”.