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La OCDE elogia la integración de inmigrantes en Alemania, destacando su alta inserción laboral y niveles de empleo récord del 70% en 2022, superando a la mayoría de países de la UE. El apoyo lingüístico ha sido clave, con casi dos tercios de los inmigrantes hablando alemán con fluidez. Sin embargo, aquellos con bajo nivel educativo enfrentan desafíos, con solo la mitad empleados y una cuarta parte dominando el idioma. Alemania ha avanzado en la educación de la segunda generación, pero la discriminación y la brecha educativa persisten, agravada por la pandemia. Alemania es el segundo país de la OCDE con mayor población inmigrante, superando a otros países europeos en cifras absolutas.

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) hace un balance positivo de la integración de los inmigrantes y sus descendientes en Alemania en comparación con otros países y destaca en su estudio publicado este jueves su elevada inserción en el mercado laboral.

“Alemania ha invertido mucho en integración en las dos últimas décadas, y estos esfuerzos parecen haber dado sus frutos”, destaca el estudio, que subraya que las diferencias en las condiciones de vida suelen ser menores que en otros países, y las tasas de empleo de los inmigrantes son comparativamente elevadas.

Así, en 2022, la tasa de empleo de los inmigrantes en Alemania alcanzó la cifra récord del 70%, significativamente más alta que en la mayoría de los países de la UE.

El amplio apoyo lingüístico, en particular, parece tener un efecto positivo y los conocimientos de la lengua por parte de los inmigrantes mejoraron más en Alemania que en la mayoría de los demás países de la UE, subraya el informe.

Así, prácticamente dos tercios de los inmigrantes que llevan viviendo en Alemania al menos cinco años hablan alemán con fluidez.

No obstante, los inmigrantes con un bajo nivel educativo, es decir, con a lo sumo estudios primarios, y que representan con el 18% más de una sexta parte de la población inmigrante con una tendencia creciente en los últimos diez años, se enfrentan a dificultades a la hora de integrarse en la sociedad y el mercado laboral.

Solo la mitad de estos inmigrantes sin cualificaciones básicas está empleada, y solo una cuarta parte alcanza un nivel avanzado de alemán tras al menos cinco años de residencia en Alemania, por lo que la OCDE considera que debería prestarse más atención a la educación y formación de adultos.

En tanto, Alemania ha avanzado considerablemente en la integración en el sistema educativo de la llamada segunda generación, es decir, los hijos de inmigrantes nacidos en Alemania.

El rendimiento escolar de este grupo es mejor que en la mayoría de los demás países principales de destino de los inmigrantes y ha aumentado considerablemente desde principios de la década de 2000.

No obstante, en el caso de los alumnos nacidos en el extranjero no se observa progreso y la brecha entre los resultados educativos de los alumnos inmigrantes y los nacidos en Alemania ha aumentado en los últimos años, lo que puede deberse al cierre de escuelas durante la pandemia de coronavirus.

La discriminación sigue siendo un reto y la proporción de inmigrantes procedentes de países de fuera de la UE que se sienten parte de un grupo discriminado ha aumentado en los últimos años hasta un 20%.

Alemania es el segundo país de la OCDE con mayor población inmigrante después de Estados Unidos.

A los más de 14 millones de inmigrantes -e decir, personas nacidas en el extranjero- con los que contaba Alemania en 2022 se suman un millón de personas procedentes de Ucrania con derecho a protección temporal y alrededor de 600.000 solicitantes de asilo. En términos absolutos, esta cifra es superior a la de cualquier otro país europeo de la OCDE.