Las automotrices chinas pidieron hoy aranceles a la importación de vehículos de gran cilindrada de la Unión Europea (UE) como represalia a los que Bruselas prevé imponer sobre los automóviles eléctricos del gigante asiático.
En una reunión a puerta cerrada, informó este miércoles el diario oficialista Global Times, representantes de los principales fabricantes de automóviles chinos y europeos, junto a asociaciones del sector, expresaron su fuerte insatisfacción con la medida de la UE, que consideran “proteccionista y perjudicial para el libre comercio”.
Asimismo, los fabricantes chinos propusieron a Pekín un arancel provisional sobre los vehículos de gasolina europeos como “medida de contrapeso”, afirmó el medio en una publicación de su cuenta oficial de la plataforma Weibo -similar a X, censurada en China-, citando a personas que asistieron a la reunión.
Por su parte, los representantes europeos abogaron por iniciar negociaciones inmediatas entre China y Europa para evitar una escalada de las tensiones comerciales.
Ambas partes coincidieron en la necesidad de defender el libre comercio basado en reglas y evitar el proteccionismo.
La reunión se produce después de que la CE anunciase el miércoles de la semana pasada aranceles adicionales del 21% de media a la importación de vehículos eléctricos desde China tras concluir una investigación antisubsidios iniciada en octubre del año pasado.
China defendió el martes que los aranceles impuestos por la CE a los vehículos eléctricos chinos “socavarán” la transformación verde del bloque comunitario “así como la respuesta global al cambio climático”.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (principal órgano de planificación económica) del país asiático también agregó que el “proteccionismo comercial no es la salida” y que los aranceles “obstaculizarán el desarrollo saludable a largo plazo de las empresas de la UE”.
Apenas cinco días después del comunicado por parte de la CE, el Ministerio de Comercio de China anunció una investigación ‘antidumping’ (competencia desleal) contra ciertas importaciones de carne de cerdo y derivados procedentes de la UE, una anticipada respuesta a los aranceles impuestos por Bruselas a los vehículos eléctricos chinos.