En enero de este año, el economista y exministro de Educación, Harald Beyer, presentó la renuncia a su cargo como rector de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), luego de seis años en ese puesto.
Y el 1 de abril asumió el nuevo rector de dicha casa de estudios: Francisco Covarrubias, ingeniero comercial egresado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que previamente fue decano de la Facultad de Artes Liberales.
Consultado por Diario Financiero sobre el sello que tendrá su gestión en la UAI, dijo que le gustan los avances, “entusiasmar a la gente” y recolectar “buenas ideas” para llevarlas a cabo.
“Siempre asumiendo que estos son proyectos colectivos, que requieren una conversación política, en el sentido propio de la palabra y no despótica”, agregó.
Covarrubias profundizó que en época de cambios, como la actual, “no sabemos cómo van a ser las profesiones ni la universidad en el futuro. Por eso, una de las cosas centrales es tener capacidad de cambiar rápido, de estar alerta, de ser vanguardistas, flexibles”.
En el diálogo con el citado medio, se definió como una persona “liberal de centro”, remarcando que no tiene ninguna militancia.
“Zorrones”
El nuevo rector de la UAI abordó con Diario Financiero la tarea que significa formar profesionales de calidad y mantener buenos niveles de investigación académica en la era de la inteligencia artificial.
Y en ese contexto, señaló su interés en motivar la diversidad en todas sus dimensiones, tanto de pensamiento como socioeconómica.
“Acá (en la UAI) no hay temas vetados como en otras universidades. Acá convive gente de izquierda, de derecha, liberales, conservadores”, detalló.
Covarrubias puso el siguiente ejemplo: “En la medida que leo a Rousseau y me choca lo que dice de las mujeres, es una forma de generar un pensamiento amplio. Leamos a Smith y leamos a Marx, enfrentémonos a eso”.
Seguidamente, mencionó que en la UAI no adhirieron a la gratuidad porque nunca la consideraron una buena fórmula, pero que la diversidad socioeconómica en la casa de estudios sí es materia constante de trabajo; y que cuentan con planes de apoyo para el alumnado.
“(…) Esa diversidad de poder verse enfrentados a posiciones distintas, a historias distintas, es muy formativa y central. Dicho de otra forma, no queremos ser una universidad zorrona”, expresó.
En esa misma línea, admitió a Diario Financiero que existen carreras “que tienen un sesgo socioeconómico y una de ellas es ingeniería comercial, que yo mismo estudié”.
“La composición social de los estudiantes de esta carrera en esta universidad y en otras es parecida. Lo que pasa es que aquí son tantos, que marca mucho un estereotipo. Pero nosotros no queremos ingenieros comerciales zorrones”, apuntó.
Sobre eso último, el rector de la UAI manifestó que es fundamental que los estudiantes “tengan una preocupación pública y, al mismo tiempo, una formación amplia”.
Y profundizó: “El programa de artes liberales es lo contrario a lo que entendemos con la caricatura zorrona. Leer a Platón, a Marx, a Smith. Leer literatura, discutir de filosofía, de ética (…) es lo más distinto a estar preocupado, digamos, de la piscola y del asado”.
Por todo, afirmó que en la universidad se plantearon “formar estudiantes sofisticados, con plasticidad intelectual, con discernimiento ético”; y que si bien existen ciertas “caricaturas”, a él le gustaría “sacudirnos lo más posible de aquello”.