El presidente de Argentina, Javier Milei, concluyó este viernes una semana en Silicon Valley (California) que pocos mandatarios tienen el lujo de organizar: reuniones con los jefes de Apple, Google, Meta u OpenAI, con la intención de posicionar a Argentina como un líder en tecnologías avanzadas.
El lunes, Milei emprendió su cuarto viaje a Estados Unidos, el séptimo internacional desde que se convirtió en presidente en diciembre de 2023, para mantener reuniones con los más altos ejecutivos de tecnológicas, y para abordar sus ideas sobre economía e innovación, enfocado en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA).
El mandatario, que ha sido criticado en su país por los recortes en ayudas sociales y cuestionado por el carácter oficial de sus viajes en el extranjero, terminó su jornada la tarde del jueves tras haberse reunido con Mark Zuckerberg, fundador y director general de Meta.
Hace apenas tres meses se había reunido con el magnate Elon Musk en las instalaciones de la gigafactoría de Tesla en Austin (Texas).
Un teórico en la tierra de los “doers”
La presencia de Milei en el corazón de la innovación tecnológica mundial durante cuatro días ha sido desde el comienzo una situación fuera de lo común: pocos mandatarios consiguen reunirse con los grandes líderes de las mayores empresas tecnológicas del mundo en tan poco tiempo; pocos consiguen “selfies” al estilo del líder de “La Libertad Avanza”.
Milei intervino en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford para lo que mejor sabe hacer: disertar sobre teorías económicas que a su juicio demuestran el peligro del “socialismo del siglo XXI” y cómo el hambre de los argentinos, que sufren el impacto de los ajustes de su Gobierno, será resuelto por un mercado que nunca falla.
Acusó al Estado de “romper el proceso de innovación”, volvió a afianzarse de nuevo como un “anarcocapitalista”, algo que resuena entre algunos miembros de la élite de Silicon Valley, confiados en que la tecnología y las ideas salvarán al mundo.
Con Silicon Valley a sus pies
Milei situó su centro de operaciones en el Rosewood Sand Hill en Menlo Park, para muchos el mejor hotel de lujo de Menlo Park, conocido por sus impresionantes vistas, abundante vegetación, las obras de arte que alberga y por ser uno de los favoritos de los ejecutivos de las principales empresas tecnológicas.
El hotel, cuya noche ronda los 800 a 1.500 dólares (varios salarios de un argentino medio), le sirvió para recibir a figuras como Sam Altman, el consejero delegado de la empresa de inteligencia artificial OpenAI.
Milei y la comitiva argentina, conformada por Luis Caputo, Gerardo Werthein, Demien Reidel y Mat Travizano, tuvieron una cena durante la noche del miércoles para disertar frente a miembros de la industria tecnológica como el cofundador y presidente de OpenAI, Greg Brockman, el fundador y cabeza de Scale AI, Alexandr Wang, o el vicepresidente en AI de Apple, John Giannandrea.
“Esta cena no solo marcó un momento clave en el diálogo sobre la desregulación y la economía, sino que también fortaleció los lazos entre Argentina y la comunidad tecnológica internacional, abriendo nuevas oportunidades para futuras colaboraciones y desarrollos”, informó el portavoz presidencial argentino, Manuel Adorni, por medio de su canal de Whatsapp.
Desde hace años Argentina atraviesa por una de las peores crisis económicas en décadas, y según datos oficiales el primer trimestre del año, ya con Milei en el poder, la actividad económica de Argentina acumuló un retroceso del 5,3%.
Según un estudio publicado por la Universidad Católica de Argentina, el 57,4% de la población del país vive en la pobreza.