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EEUU blinda lo local y subirá impuestos a bienes que provengan de China, entre ellos el acero y autos

Por Verónica Reyes
Con información de Agencia EFE.

14 mayo 2024 | 16:42

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes nuevos aranceles sobre importaciones chinas por valor de 18.000 millones de dólares, con los vehículos eléctricos como el sector más castigado, con gravámenes que pasan del 25% al 100%.

Los nuevos aranceles afectan a sectores descritos por la Casa Blanca como “vitales para el futuro económico y la seguridad nacional de Estados Unidos” y entre los que figuran son el acero, el aluminio, los semiconductores, los vehículos eléctricos, las baterías, los paneles solares, las grúas de descarga de buques y los productos médicos.

El anuncio se produce en plena campaña para las elecciones del 5 de noviembre y en un momento en el que Biden, que busca la reelección, ha adoptado un tono cada vez más duro con China a pesar de haber abierto un diálogo con Pekín, en un intento por conquistar a la clase trabajadora de EEUU y alejarla del expresidente Donald Trump (2017-2021), futuro candidato republicano.

Algunos de los aranceles anunciados por la Casa Blanca en un comunicado entrarían en vigor en 2025 o 2026, por lo que en realidad su implementación dependerá de quién gane los comicios.

Un 100% en vehículos eléctricos

El arancel más contundente afecta a los vehículos eléctricos y pasará del 25% al 100% este año.

Ese enorme incremento responde al sustancial aumento de las exportaciones de vehículos eléctricos de China a Estados Unidos, que crecieron un 70% entre 2022 y 2023, algo que Washington percibe como una amenaza para el desarrollo del mercado interno de estos automóviles.

Biden quiere que hasta dos tercios de los nuevos autos vendidos en Estados Unidos sean eléctricos en 2032 y, para ello, ha impulsado diferentes programas para incentivar su producción.

Otra subida arancelaria significativa recae sobre las baterías utilizadas en los vehículos eléctricos, un mercado que China controla en un 80% gracias a su dominio en la minería, procesamiento y refinado de minerales críticos.

En concreto, según la Casa Blanca, los gravámenes sobre las baterías de iones de litio pasarán del 7,5% al 25% este año, mientras que el arancel sobre las baterías de iones de litio no destinadas a vehículos eléctricos aumentará del 7,5% al 25% en 2026.

El arancel sobre las piezas de baterías pasará del 7,5% al 25% este año, y el de grafito natural e imanes permanentes pasará del 0% al 25% en 2026. Por último, el arancel para otros minerales críticos subirá del 0% al 25% en 2024.

Paneles solares, semiconductores, grúas y productos médicos

En el área de energía limpia, también aumentarán los aranceles sobre los paneles solares, que pasarán este año del 25% al 50%.

El mismo incremento sufrirán los semiconductores, aunque en ese caso la subida se realizará en 2025.

Esa subida tiene como objetivo impulsar la producción nacional de semiconductores, respaldada por una inversión de 53.000 millones de dólares que aprobó el Congreso en 2022 y que busca evitar los incrementos de precio que se vivieron durante la pandemia en sectores como el automovilístico y el de los electrodomésticos.

La Casa Blanca también anunció aranceles sobre las grúas de descarga de buques, que pasarán del 0% al 25% este año, y sobre productos médicos.

En este último caso, los gravámenes sobre jeringas y agujas ascenderán del 0% al 50% en 2024, mientras que los aranceles pasarán del 0 o el 7,5% al 25% para productos de protección personal como respiradores y mascarillas. Además, los guantes médicos y quirúrgicos de goma verán incrementados sus aranceles del 7,5% al 25% en 2026.

En su comunicado, la Casa Blanca intentó trazar una distinción entre estos gravámenes, dirigidos específicamente a sectores en los que Biden ha invertido, y los “aranceles indiscriminados” que, en su opinión, Trump impuso cuando era presidente.

Durante su mandato, Trump aplicó aranceles sobre productos chinos valorados en cientos de miles de millones, a lo que Pekín respondió con más gravámenes, desencadenando una guerra comercial que tuvo consecuencias negativas para el crecimiento global.