"A pesar de la reactivación de la actividad, la economía aún presenta holguras de capacidad que deberían mantener la tendencia a la baja de la inflación. Sin embargo, la reciente volatilidad cambiara y depreciación del tipo de cambio, sumadas a sorpresas inflacionarias al alza, retrasarían el alcance de la meta del 3% hasta comienzos de 2025", advierten desde el Grupo de Política Monetaria.
Quedando solo algunas horas para que el Consejo del Banco Central dicte un nuevo movimiento de la Tasa de Política Monetaria (TPM), el Grupo de Política Monetaria (GMP) ya entregó su recomendación para el ente emisor: Un recorte de 75 puntos base.
De esta forma, la tasa de referencia pasaría del 7,25% actual al 6,50%, en línea con las respuestas de la última Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) y de algunos expertos.
Grupo de Política Monetaria entrega su recomendación para reunión de abril
Dentro de su recuento, el GMP declaró que la economía estadounidense continúa mostrando “signos de fortaleza”, a la vez que la Reserva Federal entrega señales de reducciones de hasta 75 puntos base para este año, generando optimismo en los mercados internacionales.
En la zona euro se aprecia una convergencia inflacionaria más lenta de lo esperado, mientras que si bien existen expectativas de crecimiento en China entre el 4,5% al 5%, siguen riesgos latentes en el sector inmobiliario, con vulnerabilidades “no resueltas”.
“Los riesgos geopolíticos siguen siendo relevantes a nivel global (…) Estos eventos presentan amenazas significativas para la estabilidad económica mundial y podrían tener repercusiones en los mercados financieros, las cadenas de suministro y los precios de los commodities, especialmente los combustibles”, añadieron.
Análisis de la economía nacional
A nivel nacional, el grupo de expertos destaca que la actividad económica se ha recuperado “con fuerza” en lo que va del año, con un Índice de Producción Industrial creciendo un 7,9% anual; tendencia que fue confirmada con el reciente Imacec de febrero (4,5%).
Sobre esto último, el GMP destacó la expansión de todas las actividades, pero también acotó que “hay que tener en cuenta el efecto expansivo del año bisiesto y que se mantienen un nivel de heterogeneidad elevado entre los distintos sectores, en la que sobresale la debilidad de la construcción”.
En el recuento también citan el Índice de Actividad de Comercio, que marcó un 1,9% en febrero (aunque con un débil desempeño de la inversión en los últimos meses), junto con la proyección del Ministerio de Hacienda de un crecimiento del 2,5%, impulsado por la recuperación del consumo y alzas en las exportaciones.
“La inversión, por su parte, probablemente se mantenga más estancada mientras no mejores las condiciones previamente mientras no mejoren las condiciones previamente mencionadas”, comentaron.
Reactivación de la actividad
“A pesar de la reactivación de la actividad, la economía aún presenta holguras de capacidad que deberían mantener la tendencia a la baja de la inflación. Sin embargo, la reciente volatilidad cambiara y depreciación del tipo de cambio, sumadas a sorpresas inflacionarias al alza, retrasarían el alcance de la meta del 3% hasta comienzos de 2025“, advierten desde el Grupo de Política Monetaria.
Parte de estas “sorpresas inflacionarias” vendrían dadas por la nueva canasta del IPC. Pero a pesar de las últimas cifras por sobre las expectativas, a nivel general se aprecia una normalización de precios, aunque “hacia adelante, eventuales mayores precios de los combustibles y un tipo de cambio depreciado, podrían ejercer presiones al alza sobre los precios, aunque se espera que sean moderadas y transitorias”.
Respecto al peso chileno, este ha sufrido una depreciación significativa y una marcada volatilidad, influenciado en gran medida por el diferencial de tasa entre Chile y Estados Unidos, el cual debería seguir acortándose, además de las fluctuaciones en el precio del cobre.
Sin embargo, anticipan “que la volatilidad cambiaria junto con la presión hacia la depreciación persistirá en el corto plazo, pero con una tendencia hacia la apreciación en el mediano plazo, a medida que se reduzcan los diferenciales de tasas.
“El mercado laboral chileno continúa debilitado pero mostrando ciertas señales de mejora en el margen”, recordando la tasa de desempleo del trimestre móvil diciembre-febrero, la cual fue de 8,5% con un alza marginal de 0,1% gracias a que el alza de la fuerza de trabajo fue mayor a la presentada por parte de las personas ocupadas.
Dentro de todo este contexto, “donde la convergencia inflacionaria continúa a pesar de los recientes aumentos registrados en el IPC, con las expectativas de inflación a dos años manteniendo su anclaje en el 3% y con la actividad consolidando su recuperación”, el GPM recomendó bajar la tasa de interés en 75 puntos base.