Debido al cambio en la canasta de medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que realizó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en febrero, el Banco Central comunicó un ajuste que realizó al respecto.
En detalle, el instituto emisor tuvo que aplicar cambios en la selección de productos de la canasta sin volátiles, que es el principal indicador que utiliza como medida de inflación subyacente.
“Luego de disponer de la información detallada de la nueva canasta del IPC y sus series de referencia, los equipos técnicos del Banco Central reestimaron el IPC sin volátiles”, confirmó.
Cambios en la canasta del IPC
El cambio en la canasta de medición del IPC incluyó la eliminación e incorporación de productos, modificaciones en la clasificación, medición y ponderación de los productos y/o de las subdivisiones del índice.
Ello, con el fin de disponer de un indicador de precios representativo del comportamiento de consumo de los hogares de Chile en la actualidad.
Entre los productos nuevos que se integraron a la canasta destacan las carnes apanadas, bebidas vegetales, aspiradoras, suplementos alimenticios y nutricionales; y muebles para jardín y exteriores, entre otros.
En contraparte, entre los productos eliminados por las tendencias del mercado se incluyeron los servicios de telefonía fija, impresoras, cámara fotográfica y servicio de fotocopiado, entre otros.
En paralelo, hubo productos a los que se aumentó su ponderación en la canasta: arriendo, alimentos adquiridos en restaurantes, cafés y similares, automóviles nuevos, gasolina, pan, suministro de electricidad y carne de vacuno.
Entre las principales características de la nueva canasta del IPC, destaca la baja en el número de productos, de 303 a 283, “privilegiando la eficiencia operativa, evitando una sobre especificación al nivel de producto”.