Cuando ocurrió el trágico accidente que le quitó la vida, el expresidente Sebastián Piñera piloteaba su helicóptero trasladando a tres pasajeros: su hermana Magdalena, su amigo Miguel Guerrero y el hijo de este.
Los tres últimos lograron sobrevivir; y de acuerdo a las primeras versiones, el exjefe de Estado -al notar que su nave estaba presentando fallas- les habría solicitado que saltaran al Lago Ranco.
Magdalena le habría dicho a su hermano que él también hiciera lo mismo. Pero su respuesta fue que necesitaba hacer un descenso controlado del helicóptero y que si saltaba, este les caería encima.
El amigo que sobrevivió
Piñera conducía su helicóptero después de visitar a otro amigo, José Cox, de profesión ingeniero comercial y también empresario.
Quien lo acompañaba en la nave era otro de sus amigos, Miguel Ignacio Guerrero Gutiérrez, a quien conoció a través de su hermano Pablo Piñera.
Guerrero es ingeniero comercial, con trayectoria en los negocios y mundo empresarial. Con Piñera comenzaron a estrechar lazos en los años 80′, pese a que se conocían desde antes.
El profesional, al igual que el exmandatario, realizó estudios de postgrado en Harvard y egresó de pregrado de la Pontificia Universidad Católica.
En su currículum figuran desempeños como vicepresidente de Citibank Nueva York y Codelco; y fue socio de CMB Chile.
También ha formado parte del directorio de diversas empresas, entre ellas, Hites y casinos Enjoy.
Los peritajes realizados al cuerpo del expresidente revelaron que falleció por asfixia por sumersión.
Si bien las indagatorias para dilucidar las causas del accidente siguen en curso, el testimonio que pueda aportar Guerrero será uno de los más claves en este caso.