"Se espera que el crecimiento repunte hasta cerca del 2% en 2024 y entre el 2% y el 2,5% en el mediano plazo", expresó el organismo internacional en un análisis.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aplaudió este martes la evolución de los indicadores macroeconómicos en Chile, pero advirtió que la polarización y la fragmentación políticas podrían conducir a un continuo estancamiento de las reformas.
A su vez, el ente observa que existe una gran incertidumbre relacionada con el conflicto y la solvencia de las compañías privadas de seguros de salud.
En un informe publicado este martes en respuesta a una consulta sobre el Artículo IV, el organismo internacional señala que “los desequilibrios macroeconómicos generados durante la pandemia se han resuelto en gran medida, gracias al apoyo de políticas macroeconómicas más estrictas implementadas a finales de 2021-22″.
“A medida que la demanda interna se normalizó, la actividad económica se estabilizó en la segunda mitad de 2023, lo que arrojó un crecimiento estimado del PIB real del cero por ciento para el año”, explica.
“La inflación y los déficits en cuenta corriente han disminuido significativamente en 2023. El sector financiero sigue siendo resistente a pesar de la desaceleración económica y las condiciones financieras estrictas. Se espera que el crecimiento repunte hasta cerca del 2% en 2024 y entre el 2% y el 2,5% en el mediano plazo”, subraya.
Riesgos persisten
En esta misma línea, el organismo internacional pronosticó que “que la inflación converja al objetivo del 3% en 2024” pero avisó que existen algunos riesgos externos clave como “las incertidumbres en torno a las tasas de interés potencialmente más altas durante más tiempo en las economías avanzadas, una desaceleración del crecimiento en los principales socios comerciales y la intensificación de los conflictos regionales en el mundo”.
“A nivel interno, la polarización y la fragmentación políticas podrían conducir a un continuo estancamiento de las reformas. El descontento social por la desigualdad y la situación de seguridad sigue prevaleciendo. También preocupa la incertidumbre relacionada con la solvencia de las compañías privadas de seguros de salud”, agrega.
“Por el lado positivo, el cierre del proceso de reforma constitucional reducirá la incertidumbre interna a corto y mediano plazo. Además, Chile puede beneficiarse de la transición verde global dada su rica dotación de cobre, litio y energía renovable, cuya demanda aumentará.
“El presupuesto de 2024 prevé una reducción moderada del déficit dentro de un plan fiscal de mediano plazo hasta una posición fiscal ampliamente equilibrada para 2026. La implementación en curso del colchón de capital anticíclico fortalecerá la resiliencia financiera en períodos de tensión”, recalca.
Apoyo del FMI a la reforma de pensiones
Los directores ejecutivos elogiaron, asimismo, “los planes de reforma de las autoridades para aumentar la inversión y la productividad, aumentar los ingresos fiscales para gastos prioritarios, reducir la desigualdad, mejorar la adecuación de las pensiones y la transición a una economía más verde”.
Igualmente “acogieron con satisfacción el compromiso de las autoridades de alcanzar una posición fiscal ampliamente equilibrada para 2026 y mantener la deuda por debajo del techo de deuda prudente del 45% del PIB” así como “las reformas propuestas para fortalecer el cumplimiento tributario y mejorar la eficiencia del gasto”.
No obstante, advirtieron que “se necesitarán medidas adicionales para lograr el plan fiscal de mediano plazo de las autoridades y financiar las necesidades sociales y las prioridades de seguridad.
Los directores también respaldaron las políticas impulsadas por el Gobierno que lidera el presidente Gabriel Boric para mejorar las pensiones más bajas y destacaron que” aumentar las tasas de contribución a las pensiones es fundamental para garantizar la suficiencia de las pensiones autofinanciadas y la sostenibilidad del sistema de pensiones.
También “alentaron a las autoridades a seguir perfeccionando su ya sólido marco fiscal, elogiaron las políticas para contener la inflación, recomendaron una mayor flexibilización monetaria, se reanude la acumulación de reservas internacionales y que se desarrolle una estrategia de reservas a largo plazo para fortalecer aún más la resiliencia contra los golpes externos”.