El presidente de Cuba, Miguel Diaz-Canel, negó que las medidas de choque anunciadas esta semana, como el fin del subsidio universal a la canasta de alimentos básicos, formen parte de un “paquete neoliberal”.
Durante el discurso de clausura del último periodo de sesiones de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), el mandatario afirmó que en el anuncio se incluyeron “decisiones complejas, como complejo es el momento” por el que pasa el país caribeño, sumido en una profunda crisis con escasez de bienes básicos.
“Afirmo enfáticamente que para nada existe un paquete neoliberal contra el pueblo, ni una cruzada contra las mipymes (pequeñas empresas privadas), ni la eliminación de la canasta básica, como ya la contrarrevolución está poniendo en las matrices (de opinión)”, censuró Díaz-Canel.
También reconoció: “Nada nos haría más felices que anunciarles que se suben los salarios y que tendremos divisas y combustibles suficientes para terminar con el agobio que provocan las carencias”.
El pasado miércoles, en la primera sesión del Parlamento, el primer ministro, Manuel Marrero, anunció el plan, que incluye un aumento en el precio de los combustibles, la energía eléctrica, el gas, el agua potable y otros servicios.
Además del fin del subsidio universal en los productos que distribuye la cartilla de racionamiento, que este año cumplió 60 años de vigencia en la isla.
Se trata de uno de sus mayores planes de ajuste macroeconómico en décadas, que busca recortar los gastos estatales elevando los precios subsidiados por el Estado.
El primer ministro adelantó además que el año que viene el Gobierno va a cambiar la tasa oficial del cambio del peso (cup) con respecto al dólar.
Desde 2021 el tipo de cambio oficial se mantiene en 24 cup por billete verde para las personas jurídicas (empresas) y en los 120 cup para las personas físicas. En el mercado informal, por su parte, el dólar se ha disparado hasta los 273 cup.
El jueves, Díaz-Canel ya había asegurado que el plan de choque, que comenzará aplicarse en 2024, no afectará “al pueblo”.
En su discurso en la Asamblea, Díaz-Canel señaló que las “profundas distorsiones y deformaciones estructurales” en la economía están afectadas por el reforzamiento del embargo económico de Estados Unidos, los efectos de la crisis en las relaciones económicas internacionales y también los “errores propios”.
El mandatario recalcó que la situación es el de una “economía de guerra”.
“Corresponde ahora avanzar en la rectificación paulatina”, indicó Díaz-Canel, quien consideró que “es tiempo de rectificar”.
Cuba se encuentra sumida en una grave crisis con escasez de productos básicos (alimentos, combustible y medicinas), inflación galopante, apagones frecuentes y una dolarización parcial de la economía.
El Gobierno cubano estima ahora que el producto interno bruto (PIB) se contraerá este 2023 entre un 1% y un 2%, tras haber pronosticado un crecimiento del 3% a principios de año.
La inflación en el mercado formal se estima que cierre el ejercicio en el entorno del 30% (la del informal es muy superior) y el déficit se va a elevar hasta alrededor del 18,5% del PIB, después de que el Ejecutivo reconociese un desvío del 44% con respecto a lo presupuestado.