El gobierno argentino -encabezado por el nuevo presidente Javier Milei- anunció en las últimas horas una devaluación oficial en la moneda del país y un paquete de “urgencia” con eje en el recorte del gasto público, cuyo objetivo es estabilizar la macroeconomía y evitar (o retardar) una hiperinflación.
“Si seguimos como estamos, vamos inevitablemente a una hiperinflación”, explicó el ministro de Economía, Luis Caputo, quien apuntó a la posibilidad de llegar a una tasa de inflación del 15.000% anual, una “catástrofe” que, aseguró, es “misión” del nuevo Ejecutivo evitarla.
Para la administración de Milei, quien asumió la Presidencia el 10 de diciembre, la “génesis” del problema de Argentina es fiscal, con un déficit financiado con emisión monetaria que produce inflación y que debe ser solucionado “de raíz” mediante la recuperación del equilibrio fiscal.
El tipo de cambio oficial saltó de 366 pesos argentinos por dólar estadounidense, a 800 por unidad.
Según Caputo, este nuevo tipo de cambio oficial dará a los sectores productivos los “incentivos adecuados para aumentar su producción”, especialmente al sector exportador.
Con reservas monetarias en niveles críticos, el objetivo del gobierno parece ser incentivar el ingreso de divisas por la vía de exportaciones.
En este escenario, anunció un aumento provisional de los impuestos a las importaciones y de los derechos de exportación de productos no agropecuarios.
¿Qué pasará con los precios locales y el “turismo de compras”?
Caputo afirmó que, de no adoptar medidas “urgentes”, la pobreza -que actualmente ronda el 45% de la población- crecerá y habrá “mayor inflación y mayor sufrimiento”, recordando así que el presidente Milei había advertido que su primera misión sería el aplicar un plan de “shock”.
Ante ciertos subsidios estatales, y un tipo de cambio que resultaba conveniente, tanto los chilenos como los uruguayos y paraguayos viajaban a Argentina en compra de insumos y alimentos.
Por ejemplo, este año para el feriado por Semana Santa, más de 18 mil chilenos cruzaron la frontera hacia Mendoza en tan solo 3 días para comprar productos básicos.
¿Los precios? eran hasta 3 veces más baratos que en Chile, en ese entonces.
El medio La Nación analizó ese fenómeno y concluyó que un chileno podía ahorrar entre 30 y 50% en tierras trasandinas al adquirir aceites, arroz, fideos, yerba mate, dulce de leche (manjar) o alfajores fabricados con chocolates y rellenos de primer nivel.
Otros productos de perfumería y limpieza, como el shampoo, pasta de dientes y jabón, también resultaban convenientes (dependiendo de la marca del producto).
Pero en el vecino país el panorama ya es otro: en este contexto de “sinceramiento de precios” se están registrando fuertes aumentos, especialmente en el rubro de los alimentos.
Las especulaciones, además, ya comenzaron a rondar en el comercio.
Conforme a Perfil, el precio del aceite en almacenes de ciudades como Córdoba aumentó 195%, los fideos subieron un 123% y las harinas un 122%.
Ejemplo: un kilo de harina en Argentina cuesta $600 ($1.500 pesos chilenos aproximadamente; y en el contexto del turismo de compras un chileno pagaba por ese mismo kilo de harina $400 pesos chilenos) y un litro de leche cuesta $700 ($1.700 pesos chilenos), un 27% más en promedio que lo que costaba hace unos días. Con $1.000 pesos chilenos se podían adquirir tres o cuatro paquetes de fideos.
El Centro de Almaceneros destacó, en la misma línea, que las galletas subieron un 50%.
“Y eso fue en apenas 48 horas”, sostuvo Germán Romero, miembro del citado Centro.
Pero ¿a qué se debería? Los ajustes al tipo de cambio, más la reducción a los subsidios de energía y transporte, claramente afectarán a los precios de la logística. A ello se suma que en los últimos días subió el valor del combustible en Argentina.
Sincerar los precios
Milei se propuso terminar con la “represión” de los precios de la economía, que mantiene fijos o retraídos ciertos valores de bienes y servicios regulados.
Esa corrección, junto con las medidas cambiarias, tendrán paulatinamente un efecto inflacionario.
Las personas que van al supermercado están comprando, por estos días, con $2.000 pesos argentinos (casi $5 mil chilenos) la mitad de las cosas que se compraban hasta la semana pasada, afirmó Perfil.
La reducción de los subsidios estatales al transporte y a los servicios públicos (luz, agua y gas) anunciada por el gobierno entrante se aplicará desde el 1 de enero de 2024.
“Vamos a reducir subsidios a la energía y al transporte. Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y de transporte a través de subsidios”, indicó el ministro de Economía.
Caputo afirmó que “la política siempre” ha hecho esto “porque de esa forma engaña a la gente, haciéndole creer que les pone plata en el bolsillo”.
“Pero estos subsidios no son gratis sino que se pagan con inflación”, aseveró.