Por segunda vez consecutiva, la Reserva Federal apostó ayer miércoles por mantener los tipos de interés sin cambios aunque no descartó que vaya a haber otra subida este año y fue tajante a la hora de aclarar que no es tiempo de hablar de futuras bajadas de tipos.
Con esta pausa, los tipos permanecen en la horquilla actual del 5,25% y el 5,5%, su máximo nivel desde 2001.
Por el momento, no hay un horizonte en el que los tipos puedan bajar y el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed “en absoluto” está pensando “en recortes de tipos”, dijo el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell.
“No estamos hablando de recortes de tipos. Todavía estamos muy concentrados en la primera pregunta, que es: ¿hemos logrado una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva como para que la inflación baje de manera sostenible? Esa es la pregunta”, apuntó en una rueda de prensa.
Y, por el momento, esa pregunta no tiene respuesta, reconoció Powell, ya que para que la inflación caiga y se mantenga en el objetivo del 2% de manera sostenible hay todavía “un largo camino por recorrer”.
La Fed mantendrá “una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para reducir la inflación de manera sostenible al 2% con el tiempo” y los tipos seguirán altos “hasta que estemos seguros de que la inflación está en el camino hacia ese objetivo”, dijo.
Powell no descartó por tanto que en diciembre, cuando se celebre la última reunión del año del Comité, haya una nueva subida, aunque aseguró que en esta reunión no se ha tomado una decisión al respecto.
“Aún no hemos tomado la decisión” y “ni siquiera hablamos hoy de tomar una decisión en diciembre”, aseguró.
Monitoreo de la evolución de la economía
En el comunicado en el que se anunciaba la subida, la Fed recalcó que el FOMC seguirá evaluando los datos económicos que se conozcan durante las próximas semanas y los efectos que está teniendo la política monetaria sobre ellos.
Los indicadores económicos recientes, señala, sugieren “que la actividad económica se expandió a un ritmo fuerte en el tercer trimestre”, al tiempo que “el aumento del empleo se ha moderado desde principios de año, pero sigue siendo fuerte” y “la inflación sigue elevada”.
“Es probable que las condiciones financieras y crediticias más estrictas para los hogares y las empresas afecten a la actividad económica, la contratación y la inflación”, señaló la Reserva y añadió que “el alcance de estos efectos sigue siendo incierto”.
En este sentido, “las condiciones financieras más estrictas que estamos viendo a partir de tasas más altas a largo plazo, pero también de otras fuentes como el dólar más fuerte y los precios más bajos de las acciones, podrían ser importantes para futuras decisiones sobre tasas”, agregó por su parte Powell.
Hasta junio de este año, en todas sus reuniones desde que comenzó la racha de subidas los miembros del FOMC, órgano encargado de decidir si se suben o no los tipos, decidieron subirlos.
Tras la pausa de junio en julio volvieron a aumentarlos y en septiembre de nuevo optaron por pausar las alzas.
Inflación en EEUU
Esta pausa se da en un contexto complejo para la inflación. Tras una racha de más de un año de bajadas desde el pico del 9,1% alcanzado en junio de 2022, los precios registraron una subida de cinco décimas en agosto, hasta el 3,7%, la segunda subida consecutiva, y se mantuvieron en la misma cifra en septiembre.
Sin embargo, la tasa anual de la inflación subyacente, que mide la subida de precios sin contar ni la energía ni los alimentos -y es uno de los indicadores en los que más se fija la Fed para tomar sus decisiones- cayó dos décimas en septiembre y confirmó su tendencia a la baja.
Se da además cuando Estados Unidos ha registrado un inesperado repunte en su producto interior bruto, al avanzar el 1,2% en el tercer trimestre, con un ritmo anual de crecimiento del 4,9%, según los datos publicados la pasada semana por la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA).
En cuanto al mercado laboral, otro de los datos clave que analiza la Fed para decidir posibles subidas, la creación de empleo en el mes de septiembre se mantuvo robusta, con 336.000 puestos netos nuevos, y la tasa se mantuvo estable en el 3,8%.
Pese a la solidez de los datos económicos, “un resultado históricamente inusual y muy bienvenido”, señaló Powell, los miembros del FOCM están convencidos de que “es probable que llegue un crecimiento más lento y un cierto debilitamiento en el mercado laboral hasta restaurar completamente la estabilidad de precios”.