Las compañías chinas Tsingshan y BYD se han adjudicado este año las dos únicas licitaciones convocadas por Chile para fabricar productos de litio con valor agregado a precios preferentes, lo que pone a China con ventaja en la carrera mundial por el “oro blanco” chileno.
El presidente Gabriel Boric anunció el pasado 16 de octubre desde China que Tsingshan, una de las mayores productoras de níquel y acero del mundo, invertirá 233 millones de dólares en la construcción de una planta de baterías de litio en el norte del país, donde se encuentran las mayores reservas explotables del mundo.
“No nos vamos a limitar solamente a la extracción, sino que vamos a crear cadenas de valor y hacer además transferencia de conocimiento”, apuntó el mandatario.
Tsingshan se une así a BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, que en abril anunció la construcción de cátodos de litio por 290 millones de dólares también en el norte.
Precio preferente hasta 2030
Chile es el segundo productor mundial de litio -fundamental para la electromovilidad-, por detrás de Australia, pero Argentina le sigue de cerca y podría adelantarlo en los próximos años.
En 2022, Chile exportó 6.877 millones de dólares de carbonato de litio, lo que supone un aumento del 777% respecto de 2021, según el Banco Central.
Solo hay dos compañías que explotan litio en Chile y lo hacen en el Salar de Atacama, que concentra el 90% de las reservas del país: la estadounidense Albemarle y la chilena Sociedad Química y Minera (SQM), controlada por la china Tianqi y Julio Ponce Lerou.
Los contratos con Tsingshan y BYD garantizan que SQM les suministrará litio a precio preferente hasta 2030.
Desde la consultora Plusmining, los analistas Andrés González y Juan Carlos Guajardo explicaron que las cuotas adjudicadas a Tsingshan y BYD “ascienden a 11.244 toneladas anuales de carbonato de litio, lo que representa menos del 10% de la producción nacional esperada para 2023”.
“Si bien no se trata de una parte altamente relevante de la producción, sí marca un paso relevante de cara a la entrada de inversión y desarrollo de una cadena de valor que empresas de otros países aún no han tomado”, añadieron.
Empresa Nacional
El interés de China en el litio responde básicamente al impulso del vehículo eléctrico -según UBS, tres de cada cinco vehículos nuevos vendidos en el gigante asiático serán eléctricos hacia 2030-, un sector que además está mirando al exterior ante la intensa competencia en el mercado nacional y los planes de transición a este tipo de movilidad en numerosos países.
Estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) muestran que la demanda mundial de litio se podría multiplicar por más de 40 hasta 2040, por lo que controlar una parte importante de la cadena mundial se traduciría en beneficios económicos y geopolíticos, según algunos analistas.
Emilio Castillo, de la Universidad de Chile, indicó a la Agencia EFE que hay “un panorama de alarmante preocupación por parte de la comunidad internacional por asegurar suministro en la producción de un mineral tan crítico”.
“Esta posición preferente que han logrado las empresas chinas puede cambiar dependiendo de futuras inversiones para aprovechar otros depósitos o incluso si hay aumento de cuotas de producción en el Salar de Atacama”, agregó.
Consciente del interés que despierta el litio chileno, el Gobierno anunció en abril su esperada política sobre el litio, que busca convertir al Estado en el principal promotor y controlador de la industria a través de un modelo público-privado y una empresa nacional.
Las estatales Codelco -la mayor cuprífera del mundo- y Enami serán las encargadas de implementar la primera fase de la estrategia hasta que empiece a funcionar la empresa nacional del litio, cuya creación tiene que ser aprobada por el Parlamento.