La victoria de Sergio Massa en las elecciones generales de Argentina, que lo colocó en el balotaje del 19 de noviembre próximo, “desordenó” el pronóstico: sacó de escena a la devaluación que el mercado esperaba para la primera jornada post electoral.
Mientras que en Hacienda confirmaron que continuará la política de control cambiario, que Economía pactó con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los operadores financieros admitieron que el impacto traerá calma en las próximas jornadas.
Sin embargo, fuentes del mercado pronosticaron que los activos de riesgo, los bonos y las acciones tendrán tendencia bajista, debido a la continuidad de las intervenciones cambiarias.
En el Ministerio de Economía argentino, en tanto, buscarán evitar un ensanchamiento mayor de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos. “Las tensiones se van a sostener hasta la segunda vuelta”, aventuró el jefe de una sociedad de bolsa, mencionó Perfil.
Según el director del Centro de Economía Política (CEPA), Hernán Letcher, la victoria de Massa evitó un “descalabro” de las variables económicas, como algunos sectores habían anunciado en la semana preelectoral. Esos temores generaron también una corrida de precios que prometían ponerle nafta a la inflación, en línea con una devaluación al ritmo de los reclamos de los opositores Javier Milei y Patricia Bullrich.
“El resultado abre un panorama distinto al previo, (…) es un espaldarazo a la política oficial de Sergio Massa. En la práctica significa que van a continuar las tensiones, porque dólares hay pocos; pero se aleja la posibilidad de la corrida de los dólares paralelos que se podía prever si ganaba Milei”, sostuvo Letcher, en diálogo con Perfil.
Massa seguirá en Economía y busca más dólares
Massa continuará al frente del Ministerio de Economía. Su función de piloto de tormenta, en medio de la crisis inflacionaria y de sequía de dólares, le permitió ganar iniciativa política en la campaña de las elecciones generales, a diferencia de la encerrona en la que había quedado en las PASO, cuando el acuerdo con el FMI era incierto y las presiones para una devaluación se habían multiplicado.
Ahora, con las manos sueltas en términos de financiamiento internacional, buscará correr el margen cambiario.
El ministro de Economía adelantará el pago de los vencimientos con el Fondo. Lo hará con los Derechos Especiales de Giro (DEG) que tiene en su poder, sin el temor de que se le genere un hueco en el poder de fuego del Banco Central para las intervenciones que calmen a los dólares financieros.
La decisión busca mostrarle al mercado su cumplimiento de los contratos, con un guiño al establishment; pero, también, dejar claro que consiguió las divisas internacionales para enfrentar cualquier corrida.
Sucede que este lunes el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) concretará la “subasta de las bandas de frecuencias para el despliegue, desarrollo y prestación del servicio de quinta generación (5G), a partir de la cual se esperan recaudar alrededor de USD 1.050 millones”. Además, espera para las próximas semanas los ingresos de los beneficios cambiarios para el incentivo de exportación en soja, automotriz, pymes y petróleo.
Más controles contra los dólares financieros
La acción coordinada de la AFIP y la Comisión Nacional de Valores (CNV) para penalizar a operadores del mercado en negro, con el objetivo de domar al dólar blue, se mantendrá en las próximas semanas, según confiaron a Perfil fuentes del Gobierno.
También habrá lupa en los informes de operaciones de Contado Con Liquidación (CCL), que usan las empresas en el comercio exterior, y dólar MEP. De fondo está el antecedente fresco de la suspensión de Santander Valores, quien “violó la norma (Resolución General 981) que fija límites a la operatoria de grandes capitales”.
“Con el orden del frente financiero, luego la autoridad política que te dan los votos alcanzará”, definió un operador de la bolsa, quien, sin embargo, aclaró que la victoria en las generales debe ser ratificada en la segunda vuelta electoral.
Si bien no adelantaron medidas concretas, fuentes del quinto piso del Palacio de Hacienda admitieron que existe un borrador con iniciativas para potenciar el consumo y sostener la actividad económica. Esas variables se debaten en una mesa de trabajo y pretenden incluir a distintos sectores productivos.
No se descartan nuevos beneficios para trabajadores formales e informales, como también más financiamiento para los hogares.
Los desafíos de Massa: los dólares para la importación
Uno de los problemas que enfrentará Massa será el reclamo de los sectores industriales por el agrandamiento de la deuda comercial.
Un economista vinculado con la Unión Cívica Radical (UCR) sostuvo, off the record, que el congelamiento de las importaciones podría ser una variable para evitar una sangría de dólares del BCRA.
Allí, el mundo empresario podría darle malas noticias: hay un grupo de empresas que está en el límite del paro productivo por falta de insumos, que sólo se consiguen en el exterior. Hay una empresa multinacional que, incluso, analiza la suspensión de parte de su plantel de trabajadores.
En el Gobierno de Argentina ya analizan alternativas para descomprimir ese escenario. La activación del segundo tramo del swap con China sería la llave: pagar en yuanes más importaciones e, incluso, convertirlo a dólares para los pagos en la divisa estadounidense.