El III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda concluyó en Pekín con acuerdos comerciales por valor de 97.200 millones de dólares (91.900 millones de euros), 458 convenios y más de 100.000 oportunidades de formación, anunció el ministro chino de Exteriores, Wang Yi.
Wang declaró en rueda de prensa que el foro fue un “completo éxito” al abordarse “todos los temas de la agenda”, lo que demostró que los representantes de los 110 países presentes “no vinieron a hablar por hablar”.
Además, el ministro afirmó que China se comprometió a construir una “economía global abierta” y desarrollar una “economía digital con un entorno no discriminatorio”.
Wang hizo hincapié durante su comparecencia ante los medios en la “unidad y cooperación” mostrada por los más de 10.000 participantes en el foro, que se encuentran en el “lado correcto de la historia”, a pesar de que el mundo se halla en una época de “confrontación y mentalidad de Guerra Fría”.
Por eso el ministro chino destacó que la iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda no busca enfrentar a otros proyectos de infraestructuras, como los de la Unión Europea o Estados Unidos, sino que quieren “competir sin negar al otro y sin politizar”.
“A lo mejor podemos tener una competición a nivel global sobre quién puede construir más carreteras, ferrocarriles y puentes para países en vía de desarrollo (…) tenemos la confianza de que somos capaces de llevarlo a cabo”, destacó Wang.
Según el canciller, las infraestructuras son una “necesidad urgente” para que los países en vías de desarrollo consigan su “crecimiento económico”.
Las Nuevas Rutas de la Seda, que cumplen diez años desde su implementación, son el proyecto estrella del presidente de China, Xi Jinping, con el que el gigante asiático busca seducir a lo que denomina Sur Global, con proyectos multimillonarios de inversiones que, sin embargo, también han recibido críticas por el riesgo de endeudamiento.