El Consejo Fiscal Autónomo se refirió a dos sugerencias que entregó al Gobierno y que no fueron acogidas. Ambas tienen relación con una insistencia para que el Gobierno incorpore a la metodología de Balance Estructural un
cálculo para estimar qué parte de los ingresos fiscales totales por litio son permanentes.
El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) en su informe titulado “Recomendaciones para la estimación de los ingresos fiscales permanentes por litio en Chile”, analiza la metodología de ahorro de esos mayores recursos del Fisco y que actualmente está siendo sometida a consulta pública hasta el 25 de agosto.
Si bien el CFA dijo que valora que la Dirección de Presupuestos (Dipres) esté abordando esta materia, insiste al Gobierno en sus recomendaciones al respecto que no fueron acogidas.
La primera identificación para las finanzas públicas la planteó el Consejo en febrero pasado, debido al significativo aumento de los ingresos fiscales provenientes del litio en 2022 y, además, considerando que podrían tener un componente potencialmente transitorio.
“Estimaciones del CFA, en base a cifras de Corfo, muestran que los ingresos fiscales totales por litio en 2022, alcanzaron en torno a US$5.500 millones. Esta cifra corresponde a 1,9% del PIB y a 7,2% de los ingresos fiscales totales de dicho año”, dice el documento.
En específico, la Dipres propone realizar un cambio a la metodología del Balance Estructural (BE), que
consiste en realizar un “ajuste prudencial” puntualmente a los ingresos fiscales provenientes del litio (por “ajuste prudencial”, se entiende introducir a la regla fiscal un cálculo que identifique la parte permanente y transitoria de los recursos por este mineral).
La propuesta de la Dipres, dice el CFA, está en línea con su recomendación general realizada en febrero de este año, a través de un primer informe sobre la materia, en relación a que eventuales mayores espacios de gasto público por ingresos de este mineral, deben tener un sustento metodológico en el marco de la regla fiscal. Esto, con el objetivo de evitar comprometer gastos permanentes con cargo a ingresos que pudieran tener un componente transitorio.
Sin embargo, el Consejo señala que “hay importantes sugerencias metodológicas del CFA que no están siendo consideradas en la propuesta planteada por la Dipres”.
Primera sugerencia no acogida
En su informe, el CFA dice que es un avance que la Dipres haya propuesto realizar un cambio a la metodología de BE para estimar el componente permanente de los ingresos fiscales provenientes del litio, a aplicar desde 2023 en adelante. Y también valora que la metodología propuesta implique ahorrar recursos por litio en periodos de altos ingresos, pero que no permita gastar más de lo recaudado en el caso contrario.
No obstante, advierte que la propuesta del Gobierno no considera aspectos importantes de sus recomendaciones específicas, las que fueron planteadas en otras publicaciones realizadas por el organismo, como en el Informe de BE de mayo de 2023. En la misma línea, indica que la propuesta de la Dipres es una “metodología preliminar y parcial, susceptible de ser perfeccionada, antes que sea oficializada en el respectivo reglamento de cálculo del BE”.
En ese sentido, y aprovechando el contexto de la consulta pública a la cual está sometida la propuesta metodológica de la Dipres, el Consejo insiste en dos recomendaciones. Primero, sostiene que la metodología que propone la Dipres no aplica para todos los ingresos fiscales que provienen del litio.
“Según lo informado por la Dipres, las restricciones de acceso a información tributaria de las empresas que operan los contratos de arrendamiento para la explotación del litio, implican poder considerar solamente un ajuste prudencial para las rentas de arrendamiento pagadas a Corfo. Estas últimas, de acuerdo a estimaciones del CFA en base a cifras de dicha entidad, representaron un 66,5% de los ingresos fiscales por litio en 2022”, indica el CFA.
Por esto, el CFA advierte -nuevamente- que el mecanismo en consulta pública mitiga, pero no elimina el riesgo de comprometer recursos potencialmente transitorios para gastos permanentes. Y, a raíz de ello, reitera que la Dipres debería buscar opciones para contar con la información sobre la totalidad de los ingresos fiscales por litio, o aplicar una metodología que asegure un ajuste prudente a la totalidad de estos recursos.
En ese sentido, “el Consejo insiste en la relevancia de incorporar formalmente a la metodología de cálculo del BE un ajuste que permita estimar qué parte de los ingresos fiscales totales por litio son permanentes”, señala el documento.
Segunda sugerencia no acogida
La segunda sugerencia no acogida por el Ejecutivo se refiere a que considere en su metodología un mayor horizonte temporal de datos históricos para estimar el umbral del ahorro, que el planteado por la Dipres.
En detalle, el CFA propone considerar un promedio móvil de entre siete a 10 años hacia atrás como umbral de ahorro para los ingresos fiscales por litio provenientes de Corfo, mientras que la Dipres plantea un promedio móvil de cuatro años para 2023 y de cinco años desde 2024 en adelante.
“Lo anterior tiene un efecto importante en la magnitud del ajuste prudencial”, dice el CFA, agregando que “los datos muestran que, mientras más es la cantidad de años considerada, mayor resulta el ajuste prudencial, y menor es la parte de los ingresos del litio que pueden destinarse a financiar el gasto, dado que para el cálculo se agregan años previos de menores precios del mineral”.
Finalmente, el CFA vuelve a remarcar lo señalado en su Informe de BE publicado en agosto, en relación a que, si el Gobierno considerara para su cálculo que una parte de los ingresos provenientes del litio no son permanentes, el déficit estructural para 2023 sería más negativo (-2,5% del PIB) que la cifra calculada utilizando la metodología vigente (-2,1% del PIB).
Asimismo, alerta que “este déficit sería aún mayor si se acogiese la recomendación del CFA de realizar la corrección a la totalidad de los ingresos fiscales por litio y no únicamente a una parte de ellos (los recibidos por Corfo, que en 2022 constituyeron en torno a dos tercios del total). Y sería mayor todavía si el promedio móvil de los ingresos por litio que se use como umbral para el ajuste prudencial, considerase un período más largo”.