Según la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings, Estados Unidos enfrenta una serie de desafíos en materia económica, social y política, además que se prevé que entre en recesión a finales de 2023.

La agencia Fitch Ratings bajó en un peldaño la nota de solvencia de la deuda a largo plazo de Estados Unidos, que pasa a situarse en ‘AA+’ desde ‘AAA’ con perspectiva estable, como reflejo del deterioro fiscal esperado durante los próximos tres años, y la carga de deuda del Gobierno que ha crecido en el último tiempo.

Esta llamada “calificación crediticia” o de “riesgo”, busca ser un reflejo de la capacidad de los países para dar cumplimiento a sus compromisos de deuda.

En el caso de Chile, este se encuentra en A-, el cual demuestra una buena capacidad de cumplimiento de deuda, pero susceptible a sufrir más en caso de turbulencias económicas.

De este modo, Fitch ha cumplido su amenaza de rebajar la calificación de la primera economía mundial, que había colocado en vigilancia negativa el pasado mes de mayo durante la última crisis política para suspender el techo de endeudamiento.

Tras la decisión, únicamente Moody’s mantiene la máxima nota de solvencia para la deuda a largo plazo de Estados Unidos, después de S&P Global degradara su calificación en 2011.

Razones detrás del retroceso en la calificación crediticia estadounidense

En su análisis, Fitch ha señalado los desafíos fiscales que Estados Unidos tiene pendientes durante la próxima década.

Así, advierten de que los tipos de interés más altos y el aumento del volumen de la deuda aumentarán la carga del servicio de intereses, mientras que el envejecimiento de la población y el aumento de los costes de atención médica aumentarán el gasto a falta de reformas de la política fiscal.

Además, la agencia ha advertido de que los recortes de impuestos de 2017 expirarán en 2025, aunque es probable que haya presión política para hacerlos permanentes, como ha sido el caso en el pasado, lo que resulta en unas proyecciones de déficit más altas.

Una erosión de la gobernabilidad con impacto en la economía

Asimismo, la calificadora de riesgos ha explicado que su decisión tiene en cuenta también “la erosión de la gobernabilidad” durante las últimas dos décadas, en relación con otros emisores soberanos calificados ‘AA’ y ‘AAA’.

Esto se ha manifestado en repetidos enfrentamientos sobre los límites de deuda, el último de ellos prolongándose por varias semanas y dejando a los mercados expectantes a la decisión de última hora, que permitió al país estadounidense cumplir con sus obligaciones de deuda, al menos hasta nuevo aviso.

Por otro lado, la calificadora de riesgos espera que la economía estadounidense entrará en recesión a finales de 2023 y el comienzo del próximo año como consecuencia de unas condiciones crediticias más estrictas, el debilitamiento de la inversión empresarial y la desaceleración del consumo.

De este modo, la agencia prevé que el crecimiento anual del PIB real de EEUU se desacelerará al 1,2% este año desde 2,1% en 2022 y un crecimiento de sólo el 0,5% en 2024.

“La decisión es arbitraria y se basa en datos obsoletos”

El bajón en la calificación crediticia estadounidense causó resquemor en la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

“Estoy totalmente en desacuerdo con la decisión de Fitch Ratings. El cambio anunciado hoy es arbitrario y se basa en datos obsoletos“, afirmó Yellen.

En cualquier caso, para la integrante de la administración Biden, la decisión de Fitch “no cambia” la opinión de los estadounidenses, los inversores y las personas de todo el mundo sobre la deuda emitida por el Tesoro de Estados Unidos como el activo líquido y seguro preeminente del mundo.

“La economía estadounidense sigue siendo la economía más grande y dinámica del mundo, con los mercados financieros más profundos y líquidos del mundo”, ha subrayado.

Mercados resienten la noticia

Sin embargo, los mercados a nivel internacional si sintieron la decisión de Fitch, cerrando en gran parte con números rojos, incluido Chile.

En Wall Street, el S&P 500, que agrupa a las mayores empresas de la bolsa estadounidense, cerró en 4.513,39 puntos con un retroceso del -1,38%.

En NASDAQ 100 (las mayores empresas tecnológicas) se ubicó en 15.370,74 puntos (-2,21%), y el índice industrial Dow Jones retrocedió hasta los 35,282.52 puntos (-0.98 %).

En Europa, la Bolsa de Londres bajó un 1,35%, mientras que el índice selectivo alemán DAX 40 perdió un 1,36% hasta 16.020,02 puntos.

En Asia, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó más de un 2% tras la pausa de media sesión debido a la decisión de Fitch.

Por su parte, Latinoamérica también vivió una jornada de números rojos, con la bolsa de Sao Paulo que perdió un 0,32%, la de Buenos Aires con un -1,72% y la de México cerrando con retroceso del -1,11 %.

En el caso de Chile, el IPSA perdió algo más de cien puntos (100,66), cerrando con una variación del -1,56%. El dólar, por el contrario, se fortaleció y se ubicó en 843,02 pesos (0,28%).