El ministro de Economía, Nicolás Grau, se mostró convencido de que la visita del presidente Gabriel Boric a París servirá para atraer “una inversión extranjera de Francia aún más robusta de lo que es actualmente” visto el “mucho interés” de algunas empresas y las “propuestas” que han hecho.

Grau, que acompaña a Boric en la capital francesa, explicó en una entrevista a la agencia EFE este jueves -sin dar nombres- que son “propuestas concretas” a las compañías estatales que van a liderar la exploración y la explotación de litio.

Un mineral clave para las baterías eléctricas del que, recordó, su país es actualmente el segundo productor mundial y cuenta con entre el 30 % y el 40 % de las reservas conocidas en el mundo.

El ministro no quiso hablar de cifras de proyecciones del litio que se podría extraer ni de las inversiones necesarias con el argumento de que eso es objeto de negociación confidencial entre las empresas y de que todavía falta información de todo el potencial del sector.

Su departamento presentó hace un par de meses la estrategia nacional del litio que, entre otras cosas, prevé que en las asociaciones entre las compañías estatales y socios privados, las primeras conservarán al menos el 51 % de la participación cuando se trate de salares considerados “estratégicos” como el de Atacama, el mayor del país.

En los que no tengan esa calificación -que se va a determinar en función de las características de los salares- habrá “más flexibilidad” en el reparto de la participación entre los grupos estatales y privados.

En paralelo a esa catalogación, el titular de Economía contó que a finales de año se informará de cuáles van a ser las áreas protegidas y cuáles podrán ser explotadas.

Precisamente, en un encuentro con la patronal francesa Medef esta mañana, Grau presentó la cronología de su estrategia, las reglas medioambientales y su visión de “cómo queremos tener un proceso de industrialización en Chile a partir de esta oportunidad que tenemos con el litio”.

Grau busca confianza del sector privado

Se trata -subrayó- de “dar confianza al sector privado para evitar sorpresas” porque “lo importante no es que existan o no existan condiciones, sino que esas condiciones sean conocidas, que se respeten como siempre nosotros en Chile hemos respetado (…) y por supuesto que esas condiciones sean viables en términos económicos y financieros”.

El ministro señaló que en el salar de Atacama, que representa el 90 % de los recursos conocidos, la agencia estatal Corfo ya tiene contratos con la estadounidense Albemarle hasta 2043, que van a mantener; y con la chilena SQM, al que la minera estatal Codelco propone una negociación para poder prolongarlo más allá de 2030.

Avanzó que se van a abrir las licitaciones de exploración al sector privado en otros salares de forma que esos contratos les darán condiciones preferentes para participar luego en la fase de explotación.

Una explotación que fijará el porcentaje del litio que se tendrá que quedar en Chile para producción nacional como insumo para generar más valor añadido, tal y como ocurre en los acuerdos con SQM y con Albermarle, que establecen un 25 % del total.

Extracción del litio

El ministro de Economía indicó su voluntad de proceder a una “transición tecnológica” en la extracción del litio, para pasar de la técnica de la “evaporación” que se utiliza actualmente, a la de la “extracción directa”, que permite aumentar la producción “con un impacto menor en el medio ambiente”.

La visita a París, que es la última escala de la gira de Boric en Europa, ha servido también para presentar las ambiciones de Chile con el hidrógeno verde (generado con energías renovables), y en particular -como dijo Grau- el objetivo es que el país tenga en “2030 la producción más barata del mundo”.

Una meta a su parecer “realista” que se asienta en las “condiciones geográficas”, en las capacidades para producir energía eólica y solar, y en la experiencia que ha acumulado en la transición energética.

A ese respecto, hizo notar que en su país ya hay una planta de demostración que genera combustibles sintéticos a partir de hidrógeno que pueden utilizarse en vehículos, en lugar de los combustibles convencionales derivados de hidrocarburos como el gas y el petróleo.