Preocupación existe en la industria por la profunda crisis económica que se encuentra atravesando la Empresa Nacional de Minería y que la mantienen -al año 2022- con una deuda que llegaba a 581 millones de dólares, de los cuales 467,5 millones de dólares corresponden a pasivos de corto plazo.

El vicepresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Patricio Céspedes, calculó en cerca de 760 millones de dólares el endeudamiento a finales de este año, calificándolo como “impagable”.

En conversación con La Radio, el ejecutivo del gremio -que la semana pasada en el Palacio de La Moneda depositó una carta dirigida al presidente Gabriel Boric pidiendo que intervenga la compañía- manifestó su preocupación por el futuro de Enami y el impacto que generaría en miles de personas de la pequeña y mediana minería un eventual cierre.

Céspedes demandó al Gobierno invertir en la compañía para modernizar los equipos operacionales, afirmando que es crucial para intentar revertir la situación.

El número dos de la Sonami también demostró inquietud en torno al proyecto de una nueva fundición en Paipote, cuyo presupuesto aún no ha sido visado por Hacienda ante los diversos estudios que se han realizado para conocer la verdadera rentabilidad de la iniciativa.

Eduardo de la Barrera, presidente del sindicato N°1 de Trabajadores de la Fundición Paipote Hernán Videla Lira, apuntó a los “sesgo políticos” que han influido sobre la Enami y recordó que su fin, más allá de ganancias, es el fomento de la pequeña y mediana minería.

Tras el cierre de Ventanas, el Gobierno comprometió presentar una propuesta concreta para Paipote de la que se desconocen avances, consignó Emol, según han señalado fuentes de la industria, los que han apuntado al rol del subsecretario de Minería, Willy Kracht.