Con la inauguración y entrega de maquinaria que asegura la producción de vinos de la Cooperativa Lagar de los Oasis en Pica, región de Tarapacá, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) consolida su apoyo a este emprendimiento cooperativo.
El nuevo equipamiento permitirá a esta agrupación de pequeños agricultores avanzar en un proyecto singular: recuperar y reintroducir cepas de uvas autóctonas, para el rescate de viñedos que existieron en este territorio y cuyos registros datan de hace más de cuatro siglos.
Es una iniciativa única en su género que focaliza sus esfuerzos en el rescate de un patrimonio sociocultural y acervo territorial identitario de esta zona, su historia pasada como productores de vinos. Complementariamente, explotan una línea de turismo rural enfocada en la oferta de tours que entregan la posibilidad de vivir una experiencia por la zona y catas de vinos.
Rescate de cepas patrimoniales
La infraestructura financiada por Indap contempla maquinaria como una “despalilladora”, máquina para separar el grano de uva del raspón (escobajo o “esqueleto del racimo”) y eliminar hojas o restos de sarmientos; además de una prensa hidráulica que facilita la extracción del jugo de las uvas para su posterior vinificación.
Enmarcado en el Convenio Indap–Conadi, el proyecto considera la entrega de asesoría técnica, financiamiento para obras de riego, además de recursos para la adquisición de insumos y equipamiento para la elaboración de vinos. Considera la participación de un ingeniero agrónomo y enólogo. El proyecto en sus tres líneas de trabajo considera una inversión total por parte de Indap de 115 millones de pesos.
La Cooperativa Lagar de los Oasis está integrada por 15 pequeños agricultores de Alto de Pica, Matilla y Valle de Quisma, sectores de la comuna de Pica. Tres de sus integrantes están acreditados ante Indap como productores agrícolas que además cultivan cítricos como naranjas, tangelos, mangos, guayabos, pomelos, además de palmas datileras.
El director nacional de Indap, Santiago Rojas, destacó el trabajo de esta agrupación: “Están haciendo vinos en la mitad del desierto. Nos contaron como la historia vitivinícola de Chile está muy conectada con este territorio. Aquí hubo viñas desde el año 1.600 en adelante; desaparecieron a principios del siglo XX”.
La autoridad del agro mencionó que con el trabajo de esta cooperativa “se está recuperando un valle vitivinícola. Es muy potente para nosotros, como Indap, como Gobierno de Chile y también para todos los habitantes del territorio”.
Una etapa futura de este proyecto de recuperación y reintroducción de vides y viñedos cultivables en este territorio es la inscripción de estas variedades en registros nacionales e internacionales, acción que les permitirá obtener un nombre propio que las identifique y distinga de otras variedades.
“Ni de alturas ni del desierto, simplemente vino de Pica”, ese es nuestro lema, dice Felipe Loayza, uno de los tres productores Indap que integran la Cooperativa Lagar de los Oasis.
Productores de vino de pica
Loayza tiene 69 años y su vida está ligada a la agricultura: desde 2008 trabaja en el rescate de vides patrimoniales. Adelanta la existencia de algunas variedades como Uva País, Blanca Italia, Coco de Gallo (que otros organismos nombran como “Pampa del Tamarugal”). Sobre el trabajo con Indap, dice que “han escuchado nuestro sueño y han estado en diálogo para concretar los proyectos”.
Durante su recorrido por la región de Tarapacá, el director nacional de Indap, visitó a productores y productoras. En el sector La Huayca de Pozo Almonte conoció a la apicultora María Jofré Cofré, dueña del emprendimiento Pupa Miel, quien impulsa la siembra de flores y hortalizas en su predio para que las abejas cuenten con floración durante todo el año.
En esta misma comuna, en el sector Pintados, visitó a Gerardo Cortés, productor con más de 25 años de experiencia que obtuvo el Sello Manos Campesinas. Posee una planta de osmosis para filtrar y mejorar la calidad del agua que ocupa en su predio.