La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) espera que durante el 2023 las diversas compañías aéreas transporten 4.350 millones de pasajeros, casi tocando el récord de 4.540 millones en 2019.
El anuncio del director general de la asociación, Willie Walsh, vendría dado por la vigorosa reanudación del tráfico, impulsado por la reapertura de China, entre otros factores.
De esta forma se podrían obtener beneficios por US$9.800 millones, el doble de lo proyectado por IATA, junto a unos ingresos totales del sector por 803 mil millones de dólares.
“Se espera que la rentabilidad de la industria aérea se fortalezca en 2023”, expresó IATA en su cuenta de Twitter.
“El retorno de la rentabilidad neta es un logro importante, pero con aerolíneas ganando solo US$2,25 promedio por pasajero, continuará siendo un entorno desafiante para muchos”, añadieron.
La rentabilidad con una media de 2,25 dólares por pasajero “claramente no es sostenible, pero teniendo en cuenta que, en 2020, las aerolíneas perdieron 76 dólares por pasajero, la velocidad de la recuperación es fuerte“.
No todos vivirán mejores cifras en el sector de los viajes aéreos
A pesar de lo auspicioso de las cifras para norteamérica, Europa y Medio Oriente, otras zonas geográficas no registrarán beneficios durante este año.
El Asia Pacífico tendrá pérdidas por US$6.900 millones, América Latina por $1.400 millones de dólares y África por 500 millones de dólares.
En el caso de América Latina se espera una demanda un 2% inferior a la prepandemia y una oferta un 1% por debajo de la expresada en 2019.
Por otro lado, África sigue siendo un mercado complejo por sus desafíos en economía, infraestructura y conectividad, a pesar de los cuales sigue mostrando una sólida demanda de tickets aéreos, lo que sustenta el camino hacia el retorno a la rentabilidad de la industria.
“Los desempeños financieros de las compañías aéreas son mejores de lo esperado. La rentabilidad más fuerte está impulsada por varios hechos positivos”, apuntó el director general de la IATA.
“China levantó las restricciones relacionadas con el COVID-19 antes de lo previsto. Las ganancias del flete siguen siendo superiores a antes de la pandemia, aunque no es el caso a nivel de volúmenes. Y los costes empiezan a suavizarse. Los precios del queroseno, que siguen elevados, se contrajeron durante el primer semestre”, enumeró Walsh.