Luego de anunciarse que se abrió el mercado para maíz y trigo por US$700 millones -y que se concretarían desembolsos para seis proyectos de infraestructura por US$3.052 millones que son financiadas íntegramente por China-, Sergio Massa, ministro de Economía argentino, disparó una frase que dio la vuelta al mundo: “Nos deberíamos llamar Argenchina”.
Argentina decidió, como política de Estado, recurrir a China para repuntar su economía, lo que coloca al país como receptor de inversiones, destacaron medios trasandinos.
El país, ante la escasez de dólares y su crisis cambiaria, dejó de lado proyectos de inversión que estaban en marcha.
Sin embargo, le pidió al gigante asiático pagarle con yuanes y no con dólares estadounidenses las importaciones, una medida que busca atenuar la pérdida de reservas de su Banco Central.
“Esto mejora la perspectiva de las reservas netas de Argentina”, resaltó Massa.
Según datos oficiales, China es el principal origen de las importaciones que hace Argentina, con compras en 2022 por 17.502 millones de dólares, un 21% del total de las importaciones concretadas por el país suramericano el año pasado.
El pago con yuanes en reemplazo de dólares se hará en virtud de la ampliación del “swap” (acuerdo de intercambio de monedas) que Argentina y China firmaron en noviembre pasado.
Argentina quiere turistas chinos
El Gobierno de Argentina buscará, además, abrir una ruta aérea con China y agilizar el otorgamiento de visas, entre otras medidas para fomentar la llegada de turistas chinos y aumentar así el ingreso de divisas.
Hace unos días en su visita a China, el ministro de Economía argentino resaltó al participar del Foro Empresarial de Inversiones y Turismo que cada vez más turistas chinos eligen como destino a Argentina por sus atractivos naturales y la posibilidad de realizar pagos en yuanes, generando un “impacto positivo” en el ingreso de divisas para el país.
Durante su exposición ante empresarios del sector turístico, Massa anticipó que Argentina trabaja para que este año se concrete el primer vuelo directo a China, lo reducirá en diez horas el viaje entre ambos países.
El ministro también dijo que Argentina busca facilitar el otorgamiento de visas turísticas, buscando reducir el trámite a una semana.
Asimismo, sostuvo que se permitirá que se puedan usar en Argentina los medios de pago electrónico más populares en China.
Según datos oficiales, el año pasado Argentina recibió 7,4 millones de turistas extranjeros, de los cuales unos 75.000 llegaron desde China.
Según indicaron fuentes oficiales, “el desarrollo del turismo chino en Argentina es uno de los vectores estratégicos para resolver el ingreso de divisas, y a través de estos incentivos el país podría pasar de recibir un promedio de 70.000 turistas al año a casi 500.000, lo que implicaría un fuerte ingreso de divisas”.