El Ministerio de Hacienda corrigió al alza sus proyecciones para la economía chilena este año, anticipando un leve crecimiento de 0,3%.
Los resultados del primer trimestre justifican este mejor escenario, que también se traduce en un déficit fiscal más acotado y una deuda bruta que no pasaría del 41,6% del PIB.
Apuestan por números azules
Recogiendo un mejor escenario en prácticamente todos los indicadores, Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres) actualizaron sus proyecciones oficiales sobre el curso de la economía chilena, donde apuestan por números azules de crecimiento para el año 2023.
Aunque el último Informe de Finanzas Públicas (IFP) anticipaba un decrecimiento de 0,7%, la actualización que se informó hoy en el Senado cambió radicalmente hacia un leve crecimiento de 0,3%.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, explicó que la corrección al alza se explica principalmente por los resultados del primer trimestre, donde hubo un crecimiento de 1% en relación con los tres meses previos.
Incluso dijo que esta estimación es conservadora y podría darse un escenario más favorable.
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Este IFP también actualiza otros supuestos como por ejemplo la inflación, que se espera que alcance un 7,9%. Un dato más elevado que el 7,3% estimado previamente y muy por encima del 4,6% que pronosticó el Banco Central, en su Informe de Política Monetaria.
El instituto emisor también había abierto la puerta a un crecimiento positivo este año, algo en lo que concuerda Jorge Sepúlveda, economista de la Universidad Santo Tomás, que prevé un mayor dinamismo para la economía en el segundo semestre.
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Estas cifras estarían dando paso, además, a un escenario fiscal mejor de lo esperado.
El déficit estructural de este año no será de 2,1%, sino que de 1,9%, mientras que la deuda bruta del sector público cerraría el año en 38% del PIB, subiría hasta un máximo de 41,6% en 2025 y bajaría progresivamente hasta 41,1% en 2027.