"Hemos observado un aumento significativo del interés de los estudiantes por el ChatGPT. Ahora creemos que está incidiendo en nuestra tasa de crecimiento de nuevos clientes", dijo la compañía, que es del rubro educativo.
La empresa de educación en línea estadounidense Chegg se hundió este martes en la Bolsa de Nueva York casi un 50% tras reconocer que el modelo de lenguaje artificial generado por inteligencia artificial (IA) ChatGPT “está repercutiendo” en su tasa de crecimiento de clientes.
La empresa, que ayer anunció unos beneficios de 2.186.000 dólares (1.989.000 euros) en el primer trimestre del año, un 62% menos que en el mismo periodo del año pasado, aseguró, que, ante la incertidumbre generada por la nueva situación, no ofrecía sus expectativas de ingresos para todo el año, como suelen hacer las empresas al anunciar sus resultados.
“En la primera parte del año, ChatGPT no tuvo una repercusión notable en el crecimiento de nuestras nuevas cuentas y cumplimos con las expectativas en cuanto a nuevas inscripciones. Sin embargo, desde marzo, hemos observado un aumento significativo del interés de los estudiantes por ChatGPT. Ahora creemos que está incidiendo en nuestra tasa de crecimiento de nuevos clientes”, dijo el presidente de Chegg, Dan Rosensweig.
En unos comentarios a los accionistas recogidos por la web de la empresa, Rosensweig también expresó su convencimiento de que el sector educativo en general ya se está viendo afectado por la inteligencia artificial, lo que según él, supondrá una ventaja para Chegg, algo que parece que no ha convencido a los inversores.
“La IA generativa y los grandes modelos de lenguaje repercutirán en la sociedad y en los negocios, tanto positiva como negativamente, a un ritmo más rápido de lo que la gente está acostumbrada”, advirtió.
Tampoco pareció calmar a los inversores la afirmación del presidente y máximo ejecutivo de Chegg, quien aseguró que sigue “viendo índices de retención muy sólidos, lo que sugiere que aquellos estudiantes que ya entienden el valor de Chegg” continúan eligiendo la empresa y utilizando sus servicios “en índices elevados”.
Rosensweig también apuntó que hace siete meses se reunió con el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, “para discutir sobre el futuro de la IA y la educación”.
“Como resultado de esas conversaciones, rápidamente reorientamos nuestra empresa para enfocarnos y priorizar la utilización e incorporación de IA en los servicios de Chegg”, dijo.
En este sentido, apuntó que la empresa ya ha abrazado la nueva tecnología y la ha aplicado en asociación con OpenAI en un nuevo producto denominado CheggMate para hacer que el aprendizaje sea “más personalizado, adaptativo, preciso, rápido y eficaz”.
“Según nuestra investigación, el 85% de los estudiantes prefiere que expertos humanos participen en su apoyo al estudio, por lo que creemos que el futuro del aprendizaje es una mezcla de tecnología de IA con apoyo humano para generar confianza y garantizar la precisión y la relevancia”, concluyó.
Desde la irrupción de los modelos más avanzados de generación de lenguaje por inteligencia artificial se han multiplicado tanto las discusiones como los mensajes apocalípticos y esperanzadores sobre la nueva tecnología y sus implicaciones de su uso en el progreso de la sociedad.