El presidente del Banco Nacional Saudí, Ammar al Khudairy, principal accionista de Credit Suisse, consideró este jueves que el “pánico” que se ha creado alrededor de esa entidad está “injustificado” y que no hubo nunca conversaciones entre ambos bancos sobre la necesidad de “asistencia” para la firma europea.
En una entrevista con la cadena CNBC en Riad, donde se celebra la segunda edición del Financial Sector Conference, Al Khudairy dijo que creía que el pánico que se generó fue “totalmente injustificado, ya sea para Credit Suisse o para todo el mercado”.
“Si nos fijamos en cómo ha caído todo el sector bancario, por desgracia, mucha gente sólo estaba buscando excusas”, dijo.
Estas declaraciones se producen horas después de que el Credit Suisse anunciara que ha pedido prestado 50.000 millones de francos suizos (unos 54.000 millones de dólares) al banco central suizo para “fortalecer de forma preventiva su liquidez”.
El presidente del mayor banco comercial de Arabia Saudí reiteró que no llevará su participación más allá del 9,9% actual, algo que ya comentó ayer y provocó que las acciones del prestamista se desplomaran.
“No ha habido conversaciones con Credit Suisse sobre la prestación de asistencia (…) No sé de dónde ha salido la palabra ‘asistencia’, no ha habido ningún tipo de discusiones desde octubre”, aseveró.
Añadió que las recientes consecuencias de la quiebra del Silicon Valley Bank eran diferentes de las de la crisis financiera de 2008, y afirmó que las medidas adoptadas por los reguladores estadounidenses para proteger a los depositantes han contenido nuevos temores de contagio.
“Tuvimos una quiebra la semana pasada, pero no se acerca ni tiene nada que ver con lo que vimos en 2008. Se trata de un incidente aislado, los reguladores han cortado cualquier posibilidad de contagio”, afirmó.
Credit Suisse vivió ayer, miércoles, su jornada bursátil más negra tras conocerse que enfrenta un riesgo crediticio al perder un cuarto de su valor en bolsa y descender sus acciones hasta un nivel históricamente bajo, por debajo de los 2 francos suizos, algo jamás visto en sus 167 años de historia, un desplome que sigue arrastrando a la baja a otros valores de los mercados.