El Consejo de la Unión Europea (UE) decidió este viernes prorrogar otros seis meses las sanciones económicas que aplica a Rusia por la invasión de Ucrania.
Las medidas restrictivas contra sectores específicos de la economía rusa tenían validez hasta el 31 de enero y ahora han sido prolongadas hasta el próximo 31 de julio, indicó el Consejo en un comunicado.
Estas sanciones, introducidas por primera vez en 2014 en respuesta a las acciones desestabilizadoras de Rusia en el este de Ucrania con la anexión de Crimea, se ampliaron significativamente desde febrero de 2022 a la luz de la agresión militar de Moscú contra su vecino.
Actualmente consisten en un amplio espectro de medidas sectoriales, que incluyen restricciones al comercio, las finanzas, la tecnología y los bienes de doble uso, la industria, el transporte y los artículos de lujo.
También abarcan la prohibición de importar o transferir petróleo crudo transportado por mar y determinados productos petrolíferos de Rusia a la UE.
Se suma la eliminación del uso del sistema de pagos Swift de varios bancos rusos y la suspensión de las actividades de radiodifusión y de las licencias de diferentes medios respaldados por el Kremlin.
En concreto, en las nueve rondas aprobadas desde el inicio de la invasión iniciada el pasado 24 de febrero, se han congelado las reservas del Banco Central ruso en la UE y se ha desconectado a diez entidades bancarias de Swift, entre ellos a Sberbank, el mayor banco del país.
Se mantienen las sanciones económicas para Rusia
También se ha cerrado el espacio aéreo comunitario a las compañías rusas, así como los puertos marítimos a sus navieras, entre unas medidas económicas que incluyen un embargo a las exportaciones de bienes de doble uso.
Bruselas ha iniciado ya los contactos con las gobiernos europeos para preparar el décimo paquete de sanciones, con Polonia y los países bálticos reclaman un embargo a la importación de gas y de diamantes.
Al margen de las sanciones económicas prolongadas hoy, la UE aplica distintos tipos de medidas restrictivas en respuesta a la agresión de Rusia contra Ucrania.
Entre ellas, las restricciones a las relaciones económicas con la península ucraniana de Crimea y la ciudad de Sebastopol, anexionadas ilegalmente por Moscú, así como con las zonas no controladas por el Gobierno de las provincias de Donetsk y Lugansk, en el este del país.
También mantiene en vigor sanciones individuales (congelación de activos y restricciones de viaje) contra una amplia gama de personas y entidades, y medidas diplomáticas.