La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recortó aún que hace dos meses sus previsiones económicas mundiales para el año próximo.
En específico para Chile, dijo que verá reducido su producto interno bruto (PIB) en 0,5% en 2023 y que el crecimiento para este año será de 1,9%.
Otros cinco países miembros de la OCDE también verán reducido su crecimiento el próximo año, en particular por el impacto de la guerra en Ucrania: Alemania (-0,3%), Reino Unido (-0,4%), Suecia (-0,6%), Finlandia (-0,3%) y Letonia (-0,2%).
En su informe de Perspectivas publicado este martes, la Organización calculó que el crecimiento del PIB mundial se va a ralentizar seriamente, al pasar del 3,1% este año al 2,2% el año próximo.
Además, la recuperación de la que se califica como “la mayor crisis energética desde los años 1970”, tardará en llegar, ya que en 2024 ese crecimiento sólo subirá a un discreto 2,7%.
Con la excepción de Irlanda, que ha sido objeto de una revisión al alza hasta el 3,8% y de Japón, que se mantiene en el 1,8%, los autores del informe recortaron las previsiones para los otros 36 países de la organización respecto al anterior informe semestral que habían publicado en junio.
Y para muchos de esos países también lo han tenido que revisar respecto al estudio interino que dieron a conocer a finales de septiembre.
En las grandes economías emergentes, aunque la tendencia general es también la de una ralentización en 2023, la situación es bastante dispar, y un buen ejemplo es China, que este año va a tener un aumento limitado de su PIB (3,3%) debido a las restricciones por su política de cero covid, y donde se anticipa una recuperación en 2023 (4,6%) que debería mantenerse en 2024 (4,1%).