La inflación de Estados Unidos volvió a bajar en octubre, por cuarto mes consecutivo, y situó su tasa interanual en el 7,7%, cuatro décimas menos que en septiembre, según los datos publicados este jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés).
Respecto al mes anterior, el índice de precios al consumo subió cuatro décimas, una cantidad similar a la subida que registraron en septiembre.
Este dato, que es mejor que el pronosticado por los expertos, llega una semana después de la sexta subida consecutiva de los tipos de interés llevada a cabo por la Reserva Federal para controlar los precios.
Fue de tres cuartos de punto y con ella la tasa de interés oficial de la mayor economía del mundo se sitúa actualmente en una horquilla de entre el 3,75 y el 4%, un nivel no visto desde 2007.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió que las posibles futuras subidas de tipos y el final de las mismas dependerán de la evolución de datos como el del Índice de Precios al Consumo (IPC).
Según indicó la BLS, el índice de vivienda contribuyó con más de la mitad al aumento mensual de los precios y los índices de gasolina y alimentos también aumentaron en términos mensuales.
Así, el índice de energía aumentó un 1,8% mientras que el de los alimentos subió el 0,6%.
A nivel interanual, en los últimos doce meses el índice de la energía ha aumentado el 17,6%, mientras que los alimentos se han encarecido el 10,9% en el último año.
Los datos interanuales arrojan que la inflación subyacente (que mide la subida de los precios de consumo quitando los de los alimentos y la energía) fue del 6,3% en octubre.
En junio, la inflación alcanzó su cifra más alta en cuarenta años, el 9,1%, aunque en julio bajó seis décimas hasta el 8,5% y desde entonces ha ido cayendo levemente a un ritmo de una o dos décimas cada mes, hasta las cuatro registradas ahora.