El dólar abrió este jueves pronunciando sus caídas, tras promediar ayer $889,06.
Durante los primeros movimientos de apertura, la divisa se mantuvo cercana a los $881.
Eso, ligado directamente al dato de inflación en Estados Unidos que resultó por debajo de las expectativas.
Esta situación también impulsa al cobre, debido a que se esperan condiciones menos negativas para la actividad económica, “apoyando al metal rojo que es clave cuando el ciclo económico es favorable”, afirmó Ricardo Bustamante, jefe de estudios trading de Capitaria.
En EEUU, además, la Reserva Federal podría ser menos agresiva con la próxima decisión de tasas de interés de septiembre.
“El mercado ya proyecta con un 65,5% de probabilidad que la siguiente decisión de tasas será de 50 puntos base, ocasionando que podamos ver cada vez un dólar más débil tanto a nivel global como local”, complementó Juan Ortiz Godoy, analista senior de mercados de XTB Latam.
El experto señaló que el dólar podría seguir cayendo porque rompió la zona clave de los $900 y, sumado a que se proyecta una ralentización de su precio, podría llegar a objetivos en el corto plazo de $875.
“No obstante, hay que estar atentos a los datos macroeconómicos ya que podrían dar señales de que la inflación aún no se está desacelerando”, puntualizó.