La economía de Estados Unidos sigue acusando la falta de trabajadores, con una diferencia entre puestos ofertados y mano de obra disponible de casi 5,5 millones en abril, pero la cifra de ofertas laborales ha empezado a caer.
El fenómeno, bautizado como “gran renuncia”, se debe a que millones de personas están dejando sus puestos de trabajo ante la gran cantidad de ofertas laborales disponibles, privilegiando lugares con mejores sueldos, también los con teletrabajo o sistema híbrido.
Según datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU, el último día laborable de abril había en el país 11,4 millones de puestos de trabajo ofertados, significativamente por encima de los casi 6 millones de personas que se estima que buscaban trabajo en ese momento.
La diferencia entre los casi 6 millones de trabajadores en busca de empleo y los 11,4 millones de puestos disponibles arroja un desequilibrio de casi 5,5 millones de empleos sin nadie que pueda ocuparlos, una de las cifras más altas registradas en los últimos años.
Pese a que se mantiene esta diferencia, los puestos de trabajo ofertados cayeron en abril con respecto a marzo en 455.000, es decir, a finales de abril había casi medio millón de ofertas de trabajo menos que a finales de marzo.
Reducir el ritmo de creación de empleo es uno de los objetivos que se han marcado tanto el Gobierno estadounidense como la Reserva Federal -el banco central de EEUU- para frenar los aumentos salariales en las empresas y contribuir así a aliviar la elevada inflación.
Durante abril se produjeron en EEUU 6,6 millones de contrataciones y 6 millones de personas dejaron de trabajar para sus empresas sin contar jubilaciones (en ambos casos, cifras muy similares a las de marzo).
Dentro de los 6 millones que dejaron de trabajar para sus empresas, más de dos tercios (4,4 millones) renunciaron voluntariamente al empleo, ya fuera para entrar a trabajar en otra empresa, para iniciar sus propios proyectos o para tomarse un descanso.
Se mantiene así la tendencia de lo que ha venido a bautizarse como la “gran renuncia”, un fenómeno iniciado el año pasado por el que millones de personas están dejando sus puestos de trabajo, algo facilitado por la gran cantidad de ofertas laborales disponibles.
La escasez de mano de obra y la “gran renuncia” han incrementado el poder de negociación de los trabajadores ante sus empresas, que compiten con otras compañías para retener y captar a nuevos empleados, por lo que están ofreciendo mejoras salariales y otros beneficios.