La presidenta de la Asociación de AFP, Alejandra Cox; y el subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, tuvieron un desencuentro en los últimos días a través de los medios de comunicación.
Incluso la primera acusó a la autoridad de Gobierno de expresarse con un “tono innecesariamente agresivo y levemente misógino”, según consignó Pulso.
El fin de semana, Cox redactó una carta a El Mercurio donde expuso su preocupación por algunos planteamientos relacionados a que el Ejecutivo buscaría terminar con la propiedad individual de los ahorros pensionales.
Argumentó que las encuestas han arrojado que la ciudadanía “quiere tener la opción de elegir quién maneja sus ahorros” y que el Gobierno estaría “pasando por encima” de las personas al imponer un “monopolio estatal y desconocer lo que los trabajadores consideran vital: la propiedad de sus fondos” incluyendo la heredabilidad.
Larraín, también a través de El Mercurio, refutó que Cox lo tergiversó y que él enfatizó en el último tiempo “la importancia de un sistema que complemente la capitalización individual de propiedad de los cotizantes” con modalidades colectivas de financiamiento.
De acuerdo a Pulso, el subsecretario sentenció que “una vez más la presidenta de la Asociación de AFP opta por levantar un muñeco de paja para poder reafirmar sus posiciones y sembrar incertidumbre” sobre la reforma de pensiones.
Ese último medio preguntó a Cox qué opinaba de la respuesta de la autoridad.
Puntualizó que, a su juicio, el tono de Larraín era “innecesariamente agresivo y levemente misógino”.
Por último, comentó que éste “desvió la atención de lo realmente importante, que es el contenido de la reforma que prepara el Gobierno”.