La UE y Chile negocian desde 2017 una modernización del acuerdo de libre comercio que entró en vigor en 2003.

El ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, pidió este lunes a sus socios europeos que avancen “definitivamente” en la ratificación de los acuerdos comerciales de la Unión Europea (UE) con Chile; y también con México y el Mercosur.

“No existe en el planeta una región más eurocompatible que América Latina y Europa le da la espalda con demasiada frecuencia. (…) Hoy voy a insistir en que es necesario concluir, ratificar, avanzar definitivamente con los acuerdos comerciales con Chile, con México y por supuesto, con Mercosur”, dijo Albares a su llegada a la reunión que los ministros de Exteriores celebran hoy en Bruselas.

Un encuentro en el que tratarán de dar un impulso al sexto paquete de sanciones contra Rusia, que incluye principalmente un veto a las importaciones de petróleo ruso en seis meses y petróleo refinado en ocho meses y que Hungría, Eslovaquia y la República Checa bloquean por su alta dependencia.

Estos tres países piden que se les dé un año extra que al resto de sus socios (hasta el 31 de diciembre de 2023) para completar la transición y que Bruselas financie las infraestructuras necesarias para adquirir el crudo desde otros países distintos a Rusia.

En la reunión de hoy, no obstante, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, informará al resto de ministros sobre su reciente viaje a Panamá y a Chile.

Será en este contexto en el que Albares pedirá al resto de países de la UE que avancen en la modernización de los acuerdos comerciales con Chile, México y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay).

La UE y Chile negocian desde 2017 una modernización del acuerdo de libre comercio que entró en vigor en 2003.

Bruselas y México alcanzaron un acuerdo a nivel político en 2018 para actualizar el anterior acuerdo comercial del año 2000, pendiente aun de ratificación.

El pacto con Mercosur se logró en 2019, pero su ratificación está estancada porque países como Francia o Austria han vetado el proceso, alegando que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no respetan el Acuerdo de París sobre cambio climático, con sus políticas de deforestación del Amazonas.