El Gobierno de Argentina anunció este lunes que subsidiará a los molinos de harina para bajar los precios del pan y otros productos a base de harina de trigo; y anticipó que estudia otras medidas para buscar poner un freno a la acelerada inflación que se registra en los valores de los alimentos.
“Estamos generando un mecanismo para garantizar que no va a faltar el pan en la mesa de los argentinos”, dijo en rueda de prensa el ministro de Desarrollo Productivo argentino, Matías Kulfas.
El ministro explicó que el fuerte aumento en el precio internacional y doméstico del trigo a partir de la invasión de Rusia a Ucrania ha obligado al Gobierno de Alberto Fernández a tomar una medida de este tipo.
En concreto, el Ejecutivo decidió crear un fideicomiso para estabilizar el precio del trigo cuyo objetivo principal es subsidiar a los molinos para que, sin afectar el mayor precio que pagan a los productores agropecuarios por el cereal, cobren por la harina que venden a las industrias alimenticias y a las panaderías valores similares a los de febrero último, cuando aún no había estallado el conflicto bélico.
Este fideicomiso se nutrirá con los recursos extraordinarios provenientes del aumento de los derechos de exportaciones a los derivados de la soja (harina, aceite y biodiesel), cuya alícuota pasó del 31 al 33% desde el pasado sábado.
Kulfas dijo que se exigirá a industrias y panaderías que respeten los precios de referencia de productos elaborados a base de harina de trigo que establezca el Gobierno.
Fuertes aumentos
El Ejecutivo decidió adoptar medidas para frenar los precios luego de que la inflación en Argentina subiera en febrero un 4,7%, con un salto del 7,5% en alimentos.
Kulfas anticipó que el Gobierno estudia otras medidas similares, como un fondo para estabilizar productos alimenticios frescos.
Además, dijo que este lunes se reunió con empresas del sector alimenticio y de grandes supermercados luego de detectar que en las última semana se detectaron “aumentos inesperados” y “totalmente fuera de proporción”.
Kulfas precisó que en un plazo de 24 horas se va a determinar qué aumentos son responsabilidad de la industria alimenticia y cuáles de la cadena de distribución comercial para luego retrotraer los incrementos hasta los valores vigentes al 10 de marzo pasado.
El ministro advirtió que el Gobierno no va a permitir aumentos injustificados.