La tasa interanual de inflación en Estados Unidos se disparó en febrero hasta el 7,9% -cuatro décimas por encima de la de enero-, con una enorme subida de los precios de la energía impulsada por la invasión rusa de Ucrania.
Se trata de la mayor subida interanual desde enero de 1982, según informó este jueves la Oficina de Estadísticas Laborales, y refleja el efecto en los precios de las materias primas de los ataques rusos a Ucrania, que empezaron el 24 de febrero, pero que ya se preveían a lo largo de todo febrero.
Los precios de la energía (que incluyen gasolina, crudo, electricidad y gas natural) se dispararon en febrero un 25,6%, liderados por el precio del crudo, con un aumento del 43,6% interanual, mientras que el gas subió un 23,8%.
Rusia es uno de los mayores exportadores de petróleo y gas del mundo y la guerra en Ucrania ha desestabilizado estos mercados en todo el planeta.
En cuanto a la subida mensual, los precios de consumo subieron en febrero ocho décimas con respecto a los de enero, según esta estadística.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente en febrero fue del 0,5%, con una tasa interanual del 6,4%.
Los precios de los alimentos, por su parte, subieron un 7,9%, especialmente los relativos a compras en el supermercado, que aumentaron un 8,6%, mientras que los de la comida en restaurantes subieron un 6,8%.
El martes y el miércoles de la próxima semana se producirá una reunión de la Reserva Federal -el banco central estadounidense- en la que ya se ha adelantado que se anunciará una subida de las tasas de interés para luchar contra la inflación desbocada.
De confirmarse, el alza de tipos será la primera desde que empezó la pandemia, fecha desde la que se mantienen en un rango de entre el 0% y el 0,25% para dar impulso a la economía.