En el marco de la pandemia por covid-19, las Isapres mantuvieron congelados los precios de sus planes de salud por dos años consecutivos, conservando los valores de 2019.
Asimismo, la ley N° 21.350 —publicada en junio de 2021— que reguló esta suspensión, estableció que a contar de este año, y por primera vez, la reajustabilidad se efectuará sobre la base de un indicador calculado por la Superintendencia de Salud, quien fija la modificación máxima de precios de los planes de salud.
De esta forma, el organismo informó que el indicador para el periodo 2022-2023 es de un 7,6%, lo que corresponde a un 3,8% por cada año no reajustado, lo que se concretará en junio de este año según lo estipula la ley.
No obstante, en el sector difieren del cálculo realizado y advierten que este “no refleja la verdadera variación de costos” que las instituciones han enfrentado durante los últimos años, “es más, equivale a un tercio del incremento de los costos del último periodo”.
En esta línea, las Isapres levantaron una alerta sobre “la compleja situación que atraviesan”, cerrando preliminarmente el 2021 con pérdidas históricas, que ascendieron a $137.113 millones, sin considerar Isapre CruzBlanca, y donde se han estado “realizando esfuerzos para seguir otorgando las prestaciones a los afiliados, con la oportunidad y calidad que requieren”.
Desde la Asociación de Isapres enfatizan que el índice es insuficiente y está subestimado, porque la metodología que se usó para determinarlo “no da cuenta de la realidad del periodo, no considerando la totalidad del aumento de costos”.
Esto, comentaron, “ya que se calculó en base al promedio ponderado de los últimos tres años, establecido por la Superintendencia, lo que provoca una disminución importante respecto del índice real”.
El presidente del gremio, Gonzalo Simon, expresó que “durante el último año, el costo de las atenciones (prestaciones y licencias médicas) aumentó en un 26,2% según la misma autoridad y el reajuste informado por la Superintendencia es de 7,6%, pese a que el sector público aumentó su presupuesto para salud en 11,7%, sin incorporar los recursos adicionales por covid-19. Esto es insuficiente para compensar el alza de costos, por lo que creemos que se profundizará la compleja situación y anticipamos que el 2022 nuevamente será un año con pérdidas para el sistema”.
Además, agregó que “entendemos que el reajuste de los planes es una mala noticia para nuestros usuarios, pero tras dos años de valores congelados y con un aumento tan considerable de los costos, es una medida necesaria para seguir entregando beneficios a los afiliados que confían su salud a las Isapres”.
Asimismo, destacó que el sistema privado atiende anualmente parte importante de la población, 3.3 millones de afiliados, de los cuales 600.000 son pacientes crónicos, 50.000 pacientes con cáncer y, además, financian más de 350.000 operaciones anuales.
Finalmente, dijeron las Isapres, “es importante destacar que el nuevo mecanismo de cálculo del reajuste, ahora en manos de la Superintendencia de Salud, da respuesta a lo solicitado durante años por los Tribunales de Justicia. Ello, en relación con que un organismo independiente establezca dicho reajuste de los precios de los planes, dando certeza tanto a los Tribunales como a los afiliados”.