En cuanto a las diferencias entre una talla y otra, en los jeans por ejemplo los hallazgos más significativos se detectaron en las medidas de cintura y cadera entre las tallas “M” y “L”, donde variaba en 8,40 cm y 7,00 cm respectivamente al aumentar una talla, en tanto que la diferencia de pasar de una talla S a una M, bordea los 4 cm.
En junio de 2021, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ofició a 11 empresas del retail para solicitarles antecedentes respecto a las tallas de vestuario, sobre todo el femenino, con el fin de establecer bases para desarrollar un sistema más homogéneo en la información de tallas.
Posteriormente, y tras analizar las políticas de tallaje femenino utilizadas por las principales empresas del país, el Servicio detectó que existe una gran disparidad de medidas para una misma talla y tipo de prenda.
En el caso de los jeans la diferencia alcanza hasta un 24% para la talla “S”, entre el promedio y la talla de mayor y menor tamaño.
Ante el crecimiento del comercio electrónico, la falta de un estándar único dificulta la selección de vestuario, lo que complejiza la decisión de compra sumado a las limitaciones de las medidas sanitarias que impiden probarse las prendas.
Lucas Del Villar, director del Sernac, explicó que la estandarización del tallaje eventualmente tendría impactos positivos en el comercio pues favorece las compras online y ayudaría a disminuir la tasa de cambios.
“Para las consumidoras, el tema de las tallas no es sólo un asunto de consumo, sino que también puede tener impactos en su autoestima. Para ellas será importante saber que una talla S, M, L, XL, es la misma en todos los comercios y responde a las particularidades de nuestro país. También les favorecerá que existan más alternativas”, comentó.
Detalles del estudio
Muchas tallas se identifican en rango o por medio de simbologías, como letras para representar la dimensión de la prenda, sin embargo, en nuestro país, se observan amplias variaciones en el tamaño en centímetros de un mismo tipo de prenda con la misma talla.
Para realizar este primer diagnóstico, el Sernac ofició en 2021 a 111 empresas que corresponden a 12 tiendas nacionales del retail que comercializan ropa femenina en el país. Se trata de las empresas Corona, Falabella, Family Shop, Fashion’s Park, Hites, Kliper, Surprice, La Polar, Paris, Ripley, Tricot y Zara.
Además, se revisaron como referencia 4 plataformas internacionales (Shein, AliExpress, Asos, Wish).
El estudio, de carácter exploratorio, incluyó tallas de una serie de productos de vestuario femenino, entre ellos, poleras, jeans y vestidos.
Principales hallazgos
De las respuestas, se puede concluir que sólo cuatro empresas (33,33%) indican contar con algún estudio o registro del perfil antropométrico del consumidor.
75% de las empresas admite que no lleva un registro de cambios, devoluciones o reclamos con respecto a tallas de prendas.
Al analizar por tipo de prenda, en el caso de los jeans y vestidos, un 33,33% de las empresas indican que dichas prendas cuentan con una información de equivalencias de las tallas; mientras que, para el caso de las poleras, un 41,7% señalan que cuentan con una información o tabla de equivalencias.
Estandarización de tallas
Al analizar la información remitida por las empresas respecto de la estandarización de las tallas que comercializan, el 50% señala que sus tallas se encuentran altamente estandarizadas, 8,3% indican estar bastante estandarizadas, mientras que el 41,7% considera un criterio “moderado”.
No obstante, al ser consultadas por la existencia de una tabla de equivalencia de sus tallas, el 58,3% indicó no contar con este antecedente, mientras que el 16,7% indica contar con alguna tabla para cada una de sus marcas. El 25% señala que sólo algunas de sus marcas cuentan con dichas tablas.
Al analizar si las tiendas cuentan con tallas para productos con extremos, el 50% indica que dispone de tallas plus size; el 25% indica que cuenta con ambas (plus y mini size); mientras que el otro 25% señala que no cuenta con ninguna. Es decir, es más probable encontrar una talla grande a una talla pequeña en el comercio nacional (un 75% informa contar con tallas grandes mientras que sólo un 25% con tallas pequeñas).
Disparidad de medida de una misma talla
Tras el análisis, se puede concluir que existe disparidad de medidas para una misma talla y tipo de prenda, entre las diferentes marcas y tiendas.
Para el caso de los jeans, se encontraron, en promedio, las mayores diferencias. En la medida de cintura para las tallas “S” y “L” se detectaron diferencias de un 23,84% y un 22,96%, respectivamente, entre el promedio y la talla de mayor y menor tamaño encontradas.
En cuanto a las diferencias entre una talla y otra de jeans, los hallazgos más relevantes se detectaron en las medidas de la cintura y cadera entre las tallas “M” y “L”, donde variaba en 8,4 cm y 7,0 cm respectivamente al aumentar una talla. En tanto que la diferencia de pasar de una talla “S” a una “M” bordea los 4 cm.
En el caso de los vestidos, las diferencias más grandes, en promedio, se encontraron en las tallas “XL”, en la medida de pecho (35,56%) y cintura (30,79%).
En el caso de las poleras, las mayores diferencias se identificaron en el largo y medida del pecho, lo cual puede tener más bien relación con el diseño o estilo de cada prenda.
Cambios durante la pandemia
Al consultar respecto de los cambios o devoluciones de los productos durante la pandemia, un 50% de las empresas señalan que ha aumentado o al menos se observa un alza en las devoluciones.
Dentro de las causas que se señalan como posibilidad del aumento se indican los cierres de probadores, así como también el aumento del comercio electrónico durante el período de la pandemia.
Al consultar respecto de cuál es la talla con mayor cambio o devolución, un 50% señala que es la talla “L”, seguido por la talla “M” (41,7%) y por la talla “S” (33,3%).
Análisis sitios web
El Sernac realizó además análisis de los sitios web a 16 empresas, 12 de carácter nacional y 4 de carácter internacional, cuyo objetivo fue establecer criterios comparativos con respecto a las diferencias que pudiesen existir por tipo de prenda de vestir femenino o diferencias discriminatorias en precio, disponibilidad u otro.
Entre los hallazgos se detectó que existen diferencias en la numeración al pasarla a letras en las tablas de tallaje nacionales de las distintas marcas para una misma prenda.
Por ejemplo, en la marca Wados, la talla “S” toma valor numérico 36, mientras que en la marca Basement toma valor “38”. Esto puede generar confusión al momento de comprar por internet, ya que muchas prendas (sobre todo jeans) se presentan con su configuración numérica.
En el caso de las tiendas internacionales, muchas de las prendas tienen la conversión de las medidas dependiendo de la proveniencia del usuario; además muchas de las medidas están en centímetros o en pulgadas.
Otro hallazgo se refiere a que las tiendas no tienen una definición única para el tipo de jeans que exhiben, sino sólo su nombre comercial o de diseño, lo que causa confusión en los usuarios a la hora de distinguir uno del otro.
Un claro ejemplo de ello es lo que sucede con los jeans Straight o jeans Boyfriend los cuales tienen un tallaje similar, que corresponden a unos jeans sueltos de corte recto de pierna. Otros ejemplos son los Push up o los curvy, o incluso algunos modelos Mom, los cuales cumplen con las mismas especificaciones generales, y que son modelos orientados a cuerpos más contorneados.
Otro hallazgo detectado en algunos sitios web es que presentan una misma tabla de tallaje para todos los tipos de pantalones, independiente de la marca.