El Gobierno, a través del Ministerio de Minería, anunció una convocatoria pública nacional e internacional para la suscripción de contratos especiales de operación que desarrollen la exploración y producción de yacimientos de litio en el país.
Lo anterior, con el objetivo de “satisfacer el aumento que ha experimentado la demanda mundial de litio y el crecimiento que se proyecta a futuro, en el marco de la lucha contra el cambio climático”.
En los últimos años, el desarrollo de la electromovilidad, el mayor consumo de energías limpias y las nuevas tecnologías asociadas al litio, han impulsado fuertemente la demanda por este mineral.
“Por ejemplo, un laptop utiliza 30 gramos de carbonato de litio, en una bicicleta eléctrica se necesitan 300 gramos, un automóvil eléctrico contiene más de 20 kilos y un bus de las mismas características necesita más de 200 kilos”, detallaron desde Minería en un reporte de prensa.
Al igual que el cobre, el litio es considerado un mineral clave para la transición energética del mundo y Chile posee las mayores reservas de este mineral, con un total de 9,2 millones de toneladas, según el último reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), difundido en enero pasado.
La convocatoria nacional e internacional que anunció el Gobierno busca, a través de un proceso “público, competitivo y transparente”; licitar y adjudicar Contratos Especiales de Operación (CEOL) por cuotas para producir un total de 400.000 toneladas de litio metálico comercializable, divididas en cinco cuotas de 80.000 toneladas cada una, sin una ubicación geográfica específica.
Las adjudicaciones serán por un plazo de 7 años —prorrogables por otros dos— para hacer la exploración geológica, los estudios y desarrollo del proyecto, a los que se sumarán otros 20 años de producción.
Las cuotas irán asociadas a una autorización de comercialización por parte de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCCHEN).
Con esto el Ejecutivo busca lograr facilitar el ingreso a empresas nacionales y/o extranjeras, impulsando la producción y apoyando el desarrollo de las nuevas tecnologías que habiliten la transición energética, generando a su vez beneficios para el Estado, que capturará una regalía por la adjudicación de las cuotas además de un pago variable durante la etapa de producción.