En 1992, Juan Luis Guerra lanzaba el hit de ese momento. Cantaba que “el costo de la vida sube otra vez; y el peso que baja, ya ni se ve (…). Y la gasolina sube otra vez (…) Y ahora el desempleo (…) La recesión pa’ arriba…”.
La canción hacía alusión a los bolsillos apretados y al alza de los precios. Y hoy, casi 30 años después, la letra de esa canción sigue vigente.
“En un escenario de inflación al alza, como el que estamos viviendo hoy, esto se traduce en mayores costos para la vida cotidiana”, confirma Manuel Ugalde, analista senior de mercados de XTB Latam.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en agosto el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó un aumento mensual mayor al esperado: 0,4%, acumulando 3,2% en lo que va del año y 4,8% a doce meses.
Entre las divisiones con alzas en sus precios destacaron vivienda y servicios básicos (0,9%). Por ejemplo, la carne de vacuno tuvo un aumento mensual de 2,9%, el gas licuado de 4,1%. Y comer un sandwich o completo fuera del hogar subió 5,1%.
Sebastián Díaz, analista macroeconómico de Pacífico Research, sostuvo que si no contabilizáramos la “extraordinaria” caída en el precio de las bebidas gaseosas (7,1%) -que lo más probable es que revierta en los próximos meses- el incremento habría sido aún mayor.
“El comportamiento de las diversas medidas de inflación subyacente, en especial la de servicios y la de productos no transables, dan cuenta de la presión que está ejerciendo el incremento del consumo en un contexto en que aún prevalecen algunas restricciones a la oferta”, explicó.
Para Díaz el IPC de septiembre es “especialmente incierto” por la reincorporación de los productos “Transporte aéreo” y “Paquete turístico”, que representan 1,52% de la canasta “y que además suelen presentar fuertes fluctuaciones”.
La UF…
La Unidad de Fomento (UF) va de la mano con el IPC: sus ajustes dependen directamente de este último. Esto quiere decir que su valor en pesos se recalcula cada mes en función del último dato de inflación (IPC).
Hoy la UF está en $29.996,70, pero a partir de mañana jueves 9 de septiembre traspasará los $30.000.
Por lo anterior habrá “mayores costos para la vida cotidiana”, reiteró Manuel Ugalde, analista senior de mercados de XTB Latam.
Algunos de estos costos son los créditos hipotecarios, créditos de consumo y colegiaturas.
“El problema se produce en que los ingresos pueden o no estar indexados a la UF, o ajustarse con un rezago importante (6 meses o 1 año) lo que genera una pérdida de riqueza para los trabajadores”, dijo el experto.
Si el valor de un arriendo se reajusta de manera más frecuente que los ingresos del arrendatario, este se verá perjudicado también por este item.
No sólo los créditos hipotecarios y el valor de la vivienda se verán afectados con el alza de la UF, también esta variación podría afectar a los planes de salud, fondo de cesantía y los aranceles en educación.
La Unidad de Fomento tardó 8 años en pasar de $20 a $30 mil, un alza que podría seguir incrementándose.
Según analistas financieros, el paquete de ayudas económicas entregadas por el Gobierno (IFE, Bono Clase Media, apoyo a Pymes, entre otros); y la liquidez existente por el retiro de los 10% de los ahorros previsionales, incidió en el alza de los precios.