El banco de inversión JP Morgan proyecta que un cuarto retiro de los fondos de pensiones implicaría que hasta US$ 17.000 millones adicionales se inyectarían al bolsillo de los consumidores.
La preocupación respecto al sobrecalentamiento que está enfrentando la economía chilena ya está instalada, y son cada vez más los actores que se suman al debate. El último fue el banco de inversión norteamericano, que alertó que por el resto de este año -o sea de manera temporal- el país enfrentará una “ola de calor”, se detalla en el Diario Financiero.
En un reporte enviado a clientes, Diego Pereira, economista jefe de la entidad para el Cono Sur, plantea que “el probable escenario de sobrecalentamiento que enfrenta la economía está empezando a ser evidente en los datos duros”, y dice que se mantendrá durante el resto del año.
Esto, según el analista, debería impulsar al Banco Central a acelerar el retiro del impulso monetario para evitar un ajuste excesivo en 2022, y de acuerdo a sus estimaciones, a subir la Tasa de Política Monetaria (TPM) hasta 2% para diciembre de este año, por encima del 1,5% anticipado previamente.
El escenario base de la entidad es que el instituto emisor subirá en 25 puntos base la tasa este mes, y en las dos últimas reuniones del año el movimiento será de 50 puntos base en cada una.
El banco con sede en Nueva York señala que en el segundo semestre de este año el Central enfrenta un desafío “muy particular”: deberá gestionar una “aceleración insostenible” del consumo del sector privado en medio de transferencias fiscales directas y retiros de fondos de pensiones.
Sobre el primer punto, Pereira indica que luego de las medidas anunciadas en las últimas semanas, se espera que el consumo de los hogares se vea beneficiado en US$ 12.800 millones en transferencias directas este semestre, equivalentes a 4,2% del PIB.
De la mano de un impulso fiscal global cercano a los US$ 22.000 millones, la entidad contempla que el déficit fiscal estructural escale por sobre el 10,5% del PIB este año.
“¿Por qué el Gobierno ha aumentado el impulso fiscal a través de transferencias universales si la recuperación de la economía está casi completa?”, es una pregunta que se plantea el economista en el informe, y responde diciendo que -en su opinión- la respuesta es más política que técnica, y se sustenta en el intento de evitar que el Congreso apruebe el cuarto retiro de los fondos de pensiones.
“Tormenta financiera perfecta”
“El Congreso sigue coqueteando con la gestación de la tormenta financiera perfecta en el país”, dice Pereira sobre el eventual cuarto retiro, el cual califica como un “riesgo”, ya que podría resultar “desestabilizador” para los mercados, generando una presión a la baja sobre el peso y presionando al alza las tasas de interés. Además, señala que la medida tendría un impacto “escaso” en el crecimiento.
Según los cálculos de JP Morgan, un nuevo rescate de los fondos de AFP implicaría que otros US$ 16.000 millones a US$ 17.000 millones “migrarían” a los hogares, lo que equivale al 5,2% del PIB nominal este año. Si bien lo considera improbable, también advierte que un retiro del 100% de los ahorros previsionales implicaría unos US$ 178.000 millones, lo que equivale al 58% del Producto.
Ante lo que considera una “ausencia de razones macroeconómicas” para aprobar el cuarto retiro, el economista augura que esto daría credibilidad a la idea de que el sistema político apunta a la “desaparición” del régimen privado de pensiones, lo que podría hacer suponer al mercado que se materializarían nuevos retiros en el futuro, independiente de la situación macro.
En el mediano plazo, el reporte señala que el debilitamiento de la reserva de ahorro interno “que ha demostrado ser la piedra angular de los mercados de capital internos” se asociaría a mayores costos financieros para el sector público y el privado, lo que llevaría a una menor inversión, empleo y crecimiento en el país, con mayor inflación subyacente y dependencia del ahorro externo.