Cerca del 50% de los 11 millones de afiliados al sistema de pensiones de Chile han solicitado volver a retirar el 10% de sus fondos previsionales como ayuda ante la crisis, una política que las gestoras de estos dineros tildaron de “pésima” porque lleva a los ciudadanos a costear los estragos de la pandemia con sus propios ahorros.
Así lo expuso Alejandra Cox Anwandter, presidenta de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
La ejecutiva afirmó -en una entrevista con Agencia EFE- que el Congreso ha aprobado tres retiros desde que comenzó la pandemia porque las ayudas del Estado no han sido “transversales”. Pidió avanzar a una “pensión básica universal” para solucionar las grietas del criticado sistema.
-Chile inició este lunes el tercer retiro de los fondos de pensiones, ¿qué opinión le merecen estas medidas?
“Los retiros han sido una pésima forma de llevar ayuda a las personas durante esta crisis, porque han hecho que ellas paguen con sus ahorros previsionales la emergencia, socavando de paso la seguridad social”.
“No se trata sólo de un nuevo 10%, sino que estamos hablando del 30% del ahorro previsional. Es fundamental que esto quede claro para dimensionar el impacto futuro. Hay 5 millones de personas que tendrán que empezar desde cero con nuevos ahorros”.
-¿Cuánto dinero puede salir de las AFP con este retiro?
“Se estima que 10 millones de personas podrían hacer uso de esta opción, proceso que podría movilizar recursos por hasta 19.000 millones. Los tres retiros equivaldrían a cerca de 50.000 millones. Cada proceso tiene vigencia de un año, por lo que aún esta cifra podría variar”.
-Los defensores de los retiros argumentan que estos son necesarios porque las ayudas anunciadas por el Gobierno no están llegando a la población, ¿está de acuerdo?
“A todos nos hubiera gustado que las ayudas hubieran llegado de manera transversal y por parte del Estado. Los retiros del 10% han hecho que las personas usen sus ahorros para costear en gran parte las necesidades más urgentes de la crisis, pero también, y de acuerdo al Banco Central, hay un alto porcentaje de personas que han guardado ese dinero pues no saben cómo seguirá esta pandemia. Una incertidumbre que se acrecienta ante la duda de si, ante una nueva necesidad, recibirán o no la ayuda del Estado”.
-Ya se ha presentado un proyecto para el cuarto retiro y se habla de un quinto, ¿el sistema puede soportar retiros infinitos?
“Cada vez se hará más difícil justificar los próximos retiros y al final quedará claro que acá hubo mucho de uso político. Lamentablemente el costo de esa mala decisión política lo van a pagar en última instancia los trabajadores. Eso es lo grave”.
“Entendemos las críticas al sistema”
-El modelo de pensiones chileno, implantado por Augusto Pinochet y pionero en la región en establecer la capitalización individual, es ampliamente criticado por las irrisorias jubilaciones que ofrece y los millonarios beneficios de las AFP, ¿entiende esas críticas?
“Las entendemos. En gran medida, las personas identifican a las AFP como el sistema de pensiones. Los más jóvenes ven que sus padres están a cargo de los abuelos y, a la vez, agobiados con el costo de educar a sus hijos. La tensión se transforma en enojo contra el sistema”.
“Pudimos haber sido más enfáticos respecto a cambios estructurales, respecto al daño que se hace cada vez que un empleador impone por menos del salario total. Pudimos haber buscado formas más expeditas para incluir a los independientes, pero también hay que entender que el sistema de seguridad social no puede basarse exclusivamente en la pensión que la persona ha logrado construir con su propio ahorro y la rentabilidad que este obtenga a través de los años, sino que ésta debe ser un complemento de un sistema donde la vejez sea abordada de manera integral y dónde el Estado tiene un rol fundamental en la provisión de protección social”.
“Terminar con las AFP sería un error. Nuestra demografía no resiste una propuesta de reparto”.
-¿Por qué otorgan jubilaciones que en muchos casos no llegan ni a la mitad del salario mínimo?
“En cualquier sistema de pensiones, el beneficio es en función de la historia laboral de cada trabajador. En el caso de Chile, del total acumulado por las personas, sólo el 30% corresponde a su cotización obligatoria y un 70% a la rentabilidad conseguida por las inversiones de las AFP. En ningún sistema se puede obtener una buena pensión con menos de 30 años de contribuciones”.
-¿Está en juego el sistema?
“El sistema mixto y las AFP pueden seguir funcionando, y esto va a depender de si la ciudadanía apoya a políticos que defiendan la importancia del ahorro, el crecimiento económico y la creación de empleos. Pensar que las mejoras se deben hacer poniendo fin a la capitalización individual es un completo error”.
“Sin duda que tenemos que mejorar nuestro sistema y buscar fórmulas para que el apoyo estatal sea universal, sostenible y garantice un mismo piso para todas las personas. Es por eso que hemos propuesto una pensión básica universal, que asegure a todas las personas un monto básico sobre el cual construyan su pensión”.