En enero la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) presentó una querella aduciendo estafa, tras haber detectado que pagó sobreprecios de hasta un 68% en seguros de vida y contra accidentes de los trabajadores de Radomiro Tomic y Chuquicamata.
En la querella se apuntó a Chilena Consolidada y a la firma GyS, que operó como intermediaria con miembros de los sindicatos.
En el marco de este caso, tres trabajadores fueron despedidos de Codelco. Todos ejercieron como dirigentes sindicales en el período en que habría ocurrido la estafa.
Por ello, durante las últimas horas la estatal presentó una nueva querella en el Juzgado de Garantía de Calama, por apropiación indebida de dinero, esta vez contra los sindicatos que habrían cooperado con las contrapartes en la venta a sobreprecio de las pólizas.
De acuerdo a los primeros datos, los gremios de trabajadores habrían recibido $1.100 millones por reembolsos de menor siniestralidad. Esos dineros, según diario El Mercurio, debieron ser otorgados a la cuprífera y trabajadores, que eran quienes pagaban los seguros.
Codelco pedirá las máximas penas para los dirigentes y exdirigentes que se vieron involucrados.
Chilena Consolidada
En paralelo, durante las últimas horas salió de Chilena Consolidada un tercer alto ejecutivo.
En detalle, se trató de Claudia Dill, quien ejercía como CEO regional de Zurich.
El 14 de febrero, Chilena Consolidada confirmó que su subgerente general, Roberto Machuca Ananías, dejaba de desempeñarse en el cargo en medio de cuestionamientos hacia la aseguradora.
Previamente, suspendió y luego desvinculó a quien fuera su gerente general, José Manuel Camposano; y designó a Carolina Fratini como gerente general interina otorgándole la misión de aclarar lo ocurrido con la cuprífera.