El anuncio que Jaime Mañalich realizó este miércoles sobre las nuevas medidas para intentar controlar la pandemia del Covid-19 traerá consecuencias.
El Gobierno anunció cuarentena total para el Gran Santiago más las comunas de San Bernardo, Buin, Puente Alto, Padre Hurtado, Lampa y Colina, el área de confinamiento más grande que se haya decretado desde el inicio de la llegada de la pandemia de coronavirus al país.
Además, se decretó cuarentena en Iquique y Alto Hospicio, región de Tarapacá; y se anunció un cordón sanitario para San Antonio, región de Valparaíso, donde se registra un brote.
Debido a estas nuevas cuarentenas, 778 proyectos habitacionales deberán ser paralizados a nivel nacional.
747 de estas obras se encuentran en la región Metropolitana y 31 en otras regiones del país, según un catastro elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y que replica La Tercera.
El costo económico de estas suspensiones por la contingencia es de 47,6 millones de dólares a la semana. Por su parte, estos 778 proyectos son la fuente laboral de 338 mil personas.
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Patricio Donoso, reconoció que “con las nuevas cuarentenas en la región Metropolitana la situación de la industria se complicará aún más, pero es evidente que el aumento de los contagios exige medidas severas”.