El Consejo del Banco Central decidió, por unanimidad, reducir la tasa de interés de política monetaria hasta el 0,5%, lo que se trata del nivel más bajo luego de la crisis subprime.
“Las medidas de control sanitario aplicadas en los distintos países han provocado importantes disrupciones de oferta y demanda, cuyos efectos ya se están observando”, justifican desde el BC.
Prevén que la incertidumbre provocada por la expansión del Covid-19, que provocó bruscos cambios en la macroeconomía y que ha llevado a una contracción severa en marzo, se extienda durante el segundo trimestre.
En ese sentido, destacan que el Gobierno haya dispuesto de un “paquete de estímulo”, que se suman a las medidas del Banco Central para facilitar el acceso a crédito para personas y
empresas.
“Para facilitar el flujo normal de crédito y el adecuado funcionamiento de los mercados, el Consejo, entre otras medidas, amplió el acceso a los programas de liquidez previamente establecidos; inició la compra de bonos bancarios a participantes del sistema SOMA; estableció la Facilidad de Financiamiento Condicional al Incremento de Colocaciones (FCIC), ampliando los colaterales elegibles; activó la Línea de Crédito de Liquidez (LCL) y flexibilizó los requerimientos de liquidez en materia de descalce de plazos”, destacan.
“La decisión del Consejo de ubicar la TPM (Tasa de Política Monetaria) en su mínimo técnico de 0,5% se enmarca en un escenario en que las presiones inflacionarias de mediano plazo se han reducido de manera sustantiva y en que la superación de la crisis sanitaria tendrá efectos importantes en la actividad y el empleo, entre otras variables”, explican.
“Por ello, el Consejo estima que la convergencia de la inflación a la meta de 3% requiere que la política monetaria se mantenga en esta posición altamente expansiva por un extenso período de tiempo”, añaden.
Justifican la decisión, entre otras cosas, en la fuerte caída del petróleo, además de que “A febrero, la inflación anual subió a cerca de 4% y la medida subyacente se mantuvo levemente sobre 2,5%. El nuevo escenario que se ha ido configurando reduce de forma relevante las presiones inflacionarias de mediano plazo, dada la apertura de la brecha de actividad que se está produciendo”.
Junto con lo anterior, el Consejo del Banco Central anunció que “decidió ampliar el programa vigente de compra de bonos bancarios en US$4.000 millones y eliminar la restricción de plazo de los instrumentos elegibles”.