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Aconcagua Foods despide a cerca de 1.000 trabajadores tras problemas por malos olores

Por Daniela Salgado
La información es de Comunicado de Prensa

21 febrero 2020 | 06:15

Luego de recibir más de 60 denuncias y reclamos de la comunidad, la Superintendencia de Medio Ambiente ratificó un paquete de medidas provisionales para enfrentar el problema de malos olores, entre ellas la de reducir la generación de residuos líquidos que ingresan a la planta de tratamiento de riles de Aconcagua Foods.

Deberán paralizar el procesamiento de cebollas y pimentones, habilitar un reactor biológico, aplicar encapsuladores de olor en el estanque de lodos, instalar tres sistemas de neutralización, controlar el ácido sulfhídrico del reactor principal, instalar filtros de olor en los emisores estáticos e implementar un sistema de lavado al aire sobre la superficie de los reactores.

Es más, de no cumplir con la resolución, se le podría decretar la detención total de las operaciones, debido a sus constantes incumplimientos.

Respuesta de Aconcagua Foods

A través de un comunicado, la empresa afirmó que “desde el primer momento hemos trabajado activamente en buscar una solución al manejo de olores, y hemos estado en permanente contacto con las autoridades sectoriales, dando cumplimiento a las medidas provisionales solicitadas por éstas”.

Aseguran que han implementado todas las acciones necesarias para afrontar las contingencias. Sin embargo, cuestionan que las autoridades locales los sindiquen como la única fuente de olor de Buin, lo que “nos parece injusto, por lo cual iniciamos las denuncias respectivas e invitamos a la autoridad local a fiscalizar otras posibles fuentes de olor”.

Como consecuencia, dicen, “nos vemos obligados a reducir significativamente nuestra operación, en plena temporada productiva, con las consecuencias que esto conlleva a nivel laboral, traducido en la desvinculación a partir del 20 de febrero de más de 1.000 colaboradores, a quienes agradecemos su compromiso y entrega a lo largo de todo este proceso”.

Para finalizar, invitan a las autoridades locales a identificar también las otras posibles fuentes de olor, considerando que para el bienestar de Buin se necesita el trabajo de todos los emisores.