La semana pasada, el propio ministro de Hacienda, Felipe Larraín, admitió que la guerra comercial entre Estados Unidos y China está “desatada”.
Pero si el conflicto se recrudece, es decir, si cualquiera de las partes aumenta las tasas ya impuestas o si alguien declara la prohibición de importar productos del otro país, la pugna pasaría a otra etapa con serias consecuencias para Chile.
En ese contexto, según un informe de Moody’s Analytics, nuestro país, junto con Argentina y Perú, serían los más afectados en materia económica.
El efecto más notorio se vería reflejado en el PIB de cada nación, que verían un retroceso de 1% o más hacia el cuarto trimestre de 2020 solo si la guerra comercial se soluciona, consignó Pulso.
Lo anterior, en base al hecho que países como el nuestro son más susceptibles a los vaivenes de la economía exterior, los problemas del comercio global y el precio de los commodities, como el cobre.
Pese a ello, la consultora estima que la pugna China-EEUU se solucionará, aunque también barajan el escenario que aquello no ocurra y los aranceles se mantengan hasta fin de año.
De no haber desenlace positivo, el mundo podría ver una recesión dentro de los próximos nueve meses si Donald Trump y Xi Jing Ping no logran un acuerdo, según Morgan Stanley, que actualizó su monitor cíclico de la economía norteamericana a escenario de contracción por primera vez desde 2007, el año de la crisis subprime.
Ello se condice con lo esperado por JPMorgan Chase & Co., que subió a 40% el riesgo de recesión de Estados Unidos, a diferencia del 25% que estimó en abril.
Pese a que el dólar sufrió una fuerte caída el lunes, de $8, la divisa estadounidense sigue sobre los $700. Este martes, al cierre de esta edición, se cotiza en $704.
Las correcciones en torno a esta moneda tienen directa relación con la tensión China-EEUU, que sumó a México la semana pasada, y el temor en los mercados en relación al conflicto económico.
Los vaivenes exteriores también han afectado al precio del cobre, nuestra principal exportación, producción que tiene a China como su primer consumidor.
El viernes, la libra del metal rojo llegó a su precio más bajo en casi dos años, desde julio de 2017: 2 dólares con 62 centavos.