La Corte Suprema ordenó este jueves anular una alianza entre Latam, la mayor aerolínea de América Latina, con las compañías aéreas American Airlines, Iberia y British Airways, tras considerar que dicha unión podría constituir un monopolio del mercado.
“Se decide que no se aprueban los Joint Business Agreements pactados entre Latam, American Airlines, Iberia y British Airways, sometidos a consulta del tribunal, en todo aquello relativo al transporte aéreo de pasajeros”, indicó el fallo difundido por el Poder Judicial.
El acuerdo había sido autorizado en octubre del año pasado por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) que le pidió a la aerolínea una serie de medidas para mitigar posibles monopolios, que aún no entran en vigencia.
Pero la Corte Suprema recibió una petición de la Fiscalía e impugnaciones de operadores turísticos que demandaban la anulación de la decisión del TDLC.
El máximo tribunal acogió la petición de los demandantes tras determinar que las aerolíneas adquirirían “un poder de mercado en conjunto difícil de desafiar” y que no permitiría “la entrada posible de un nuevo actor con posibilidad cierta de desafiar a las incumbentes”.
“Las partes dejarían de comportarse como agentes económicos independientes en las rutas donde los JBA surten sus efectos con consecuencias equivalentes a las de una operación de concentración, aunque sin las eficiencias y ahorros en costos que podría esperarse de una fusión”, destaca el texto.
De haberse confirmado la alianza, las cuatro aerolíneas habrían podido operar bajo código compartido, mientras que Latam aumentaría su oferta en más de 400 destinos entre Sudamérica, Estados Unidos y Europa.
Demandantes valoran fallo
El abogado de la Asociación Chilena de Empresas Turísticas, Julio Pellegrini, enfatizó que el fallo garantiza posibilidades de competencia en el mercado aeronáutico.
“Es una excelente noticia no sólo para todos los consumidores, sino que para el turismo nacional, porque sin estos acuerdos y con mejores precios, es mucho más probable que aumente el número de visitantes a Chile”, estimó.
“La sentencia asegura mayor competencia en un mercado que hoy tiene muy pocos actores y además invita a que ingresen nuevas líneas aéreas en las rutas a Europa y Estados Unidos”, sostuvo.
El abogado Mario Bravo, del estudio que representó a la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios, explicó que se consideraron insuficientes las medidas de mitigación dictadas inicialmente por el tribunal.
“Las medidas de prevención que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia había señalado para autorizar esta fusión, eran absolutamente ineficaces. De haberse aprobado esta fusión, se habría producido un gran daño para la economía chilena, tanto respecto de extranjeros que visitarán Chile, como de las posibilidades que los chilenos utilicen los servicios aéreos para visitar el extranjero”, opinó.
El abogado Diego Pardo, que representó a la empresa de turismo Fitz Roy en los alegatos, aseguró que, con las características de la industria nacional, no se justifica la aprobación de los acuerdos.
“No sólo porque estamos frente a dos acuerdos entre los competidores que tienen la mayor participación en el mercado, sino además por las especiales características que tiene el mercado aeronáutico en nuestro país y por la poca competencia que existe, la Corte Suprema reconoce que no hay medidas de mitigación que justifiquen la aprobación de estos acuerdos”, enfatizó.
El economista y académico de la Universidad Andrés Bello, Gonzalo Escobar, sostuvo que este fallo marca un precedente jurídico, ya que la Corte no sólo considera el riesgo para la competencia, sino que también el perjuicio a los consumidores.
“Las eficiencias se deben traspasar finalmente al consumidor final, pero dada la estructura que está ganando este mercado aéreo, esa situación es bastante imposible y no se iba a dar. No sólo el máximo tribunal está tomando en consideración los efectos directos sobre la competencia en este tipo de operaciones, sino también lo que son los consumidores”, explicó.
Por su parte el presidente de Latam, Ignacio Cueto, recalcó que los acuerdos fueron aprobados por todas las jurisdicciones de la región, y señaló que la decisión es un retroceso para la aviación comercial en Chile.
“Estamos sorprendidos que la Corte Suprema ha desestimado tanto los beneficios para los pasajeros como las mitigaciones solicitadas por el TDLC”, dijo Ignacio Cueto.
Latam recordó que los acuerdos fueron anunciados en 2016 y aprobados por los reguladores en Brasil, Colombia y Uruguay, donde operan las aerolíneas. Mientras que en Estados Unidos, el acuerdo está pendiente de la conformidad del Departamento de Transporte.
Latam fue creada en 2012 tras la fusión de la chilena LAN y la brasileña TAM, que conforman la mayor aerolínea de América Latina. American Airlines es una de las más importantes compañías aéreas de Estados Unidos, mientras que British e Iberia conforman AIG, el sexto grupo de aerolíneas más grande del mundo.
Las cuatro aerolíneas cubren la mayoría de los vuelos que unen Chile con Estados Unidos y Europa.