BancoEstado terminó el año pasado con cifras alegres: 13 millones de clientes, 272 millones de transacciones mensuales y 25.400 mil puntos de atención de CajaVecina.
El comité ejecutivo de la entidad resaltó en su Cuenta Pública la compensación del papel higiénico y sus próximos desafíos, como “impulsar un Chile sin efectivo”.
Junto con las cifras, expusieron sus logros, como promover la inclusión financiera, el desarrollo económico de las empresas de menor tamaño y el ahorro.
Movimientos y novedades
Un convenio con Visa permitió el cambio de la nueva tarjeta de CuentaRut, que incorpora un chip y la opción de de un nuevo plan tarifario para compras internacionales.
Adicionalmente, gracias al servicio “Compraquí”, el banco marcó presencia en más de 11 mil locales de comercio pequeño.
Agregaron que el promedio mensual de 272 millones de transacciones representa un aumento de un 40% respecto de 2017.
El banco llegó a 726 mil clientes inmigrantes con diferentes productos; se abrieron 790 mil nuevas cuentas de ahorro; y se sumaron 137 mil nuevos clientes en APV, totalizando 242 mil.
De este modo, BancoEstado sumó 9,3 millones de clientes con cuentas de ahorro para la educación, la vivienda y la vejez.
Se añade la incorporación de más de 1 millón de clientes de CuentaRut, totalizado 11,2 millones.
Asimismo, alcanzó 700 mil clientes de pequeñas y microempresas, además de la creación de la gerencia de Riesgo Agrícola.
Resultados y desafíos
Respecto de las sucursales, sumó 416 en todo Chile, tras abrir siete oficinas en las comunas de Lo Espejo, Pelluhue, Puerto Cisnes, Freire, Florida, Centro Cívico y Retiro.
Las utilidades antes de impuesto llegaron a los $356 mil millones al cierre de 2018: un crecimiento real de 25% respecto de 2017, aseguran desde el banco.
Junto con ello, aportó al Fisco en la última década $2.425 millones, superando a las capitalizaciones que el Estado ha realizado a la entidad, que en el mismo periodo totalizaron $1.219 millones.
De esta manera, los desafíos de la administración para los próximos diez años son “ser un banco sin papeles, asesor financiero de las personas, actor del mercado provisional, socio para emprender, e impulsar a un Chile sin efectivo“, concluyen.