Desde el 15 de mayo que el dólar no daba un salto tan importante en el mercado interbancario nacional, cotizándose en 653 pesos vendedor, lo que supone un incremento de un 6,2% respecto a la jornada del martes.
La otra cara de la moneda la vive el cobre, que cae en picada en la Bolsa de Valores de Londres desde hace más de un mes, anotando su valor más bajo desde julio del año pasado, cifrándose en 2 dólares con 80 centavos la libra.
Ello debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, quienes en una oleada proteccionista elevaron sus barreras arancelarias mutuamente.
No obstante la incertidumbre de los mercados internacionales, durante la jornada del martes, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, modificó las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto del país para este año, situándolas en un 3,8%.
Esta jornada, sin embargo, el titular de Economía, José Valente, fue más cauto y proyectó que la tasación del cobre continuará disminuyendo de persistir este enfrentamiento.
Si bien las autoridades corrigieron estas expectativas de crecimiento al alza, desde el empresariado enfatizaron en que no se podrán sostener si el conflicto entre ambas potencias se mantiene.
Así lo señaló el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Alfonso Swett.
El director del Magíster en Economía Financiera de la Universidad de Santiago, Orlando Balboa, indicó que el alto precio del dólar de alguna forma podría amortizar el impacto del ciclo económico.
A través de un documento, la Casa Blanca dio a conocer una nueva lista de productos provenientes de China que se verán afectados con nuevos gravámenes, esta vez del 10%, por un total de 200 mil millones de dólares.
Esto en una muestra de la escalada de su guerra comercial con Pekín que formalmente entró en vigor el viernes, cuando el gobierno decretó una tasa del 25% de impuesto, correspondiente a 34 mil millones de dólares, a 818 categorías de bienes importados desde el país asiático.