Este viernes, el Banco Mundial pidió disculpas a Chile tras admitir que su ranking internacional de competitividad fue alterado durante más de una década, perjudicando la imagen económica del país durante los gobiernos de Michelle Bachelet.
En efecto, desde 2006 la calificación de nuestro país ha fluctuado entre los puestos 25 y 57, coincidiendo con un progresivo deterioro durante las gestiones de la mandataria, mientras mejoraba su posición durante la presidencia de Sebastián Piñera.
Lee también: Gobierno pedirá investigación al Banco Mundial tras alteración de datos sobre Chile
“Quiero disculparme personalmente con Chile y cualquier otro país sobre el que hayamos transmitido una mala impresión. Los problemas con el informe son mi culpa, ya que no hicimos las cosas la claridad suficiente”, indicó el economista jefe del organismo, Paul Romer.
Pero, ¿quién fue el responsable directo de los cambios en la metodología del informe que perjudicaron a Chile?
Según indica el artículo original del Wall Street Journal, se trata de Augusto Lopez-Claros, un exprofesor de la Universidad de Chile quien nació en Bolivia, quien ahora se desempeña como profesor emérito de la Universidad de Georgetown en Estados Unidos. Actualmente se encuentra con permiso para ausentarse por un año de sus labores en el Banco Mundial.
El sitio web oficial del académico señala que se tituló en estadísticas matemáticas de la Universidad de Cambridge y que obtuvo un doctorado en economía de la universidad estadounidense de Duke. Antes de unirse al Banco Mundial, participó del Foro Económico Mundial y en la financiera Lehman Brothers International.
Hasta el momento, ni el Wall Street Journal ni Business Standard han obtenido una respuesta de López-Claros sobre las declaraciones del Banco Mundial. La universidad de Georgetown tampoco ha querido pronunciarse sobre el tema.
“Chile basa su éxito en el apoyo al sector privado”
Si bien Romer aseguró que que los indicadores del ranking bajaban “potencialmente debido a motivos políticos”, no se registran declaraciones directas del economista respecto de las administraciones de Bachelet o Piñera.
Un artículo de El Mostrador asegura, sin embargo, que López-Claros sería cercano al exministro de Sebastián Piñera, Cristián Larroulet, además de tener conexiones con los excontroladores del grupo Penta y la Universidad del Desarrollo, también vinculados a ChileVamos.
Algunas de sus opiniones en columnas y entrevistas proyectan su visión sobre la necesidad de fortalecer el sector privado, aunque no rechazaba el aumento del impuesto a las empresas mientras este fuera marginal y usado con eficiencia.
Así, en una columna de su blog del 17 de diciembre de 2010, López-Claros alaba el desempeño económico de nuestro país destacando el rol del sector privado y la tecnología.
“La fortaleza de Chile en el Índice de Capacidad de Innovación es el resultado de una combinación de diferentes factores de los cuales dos jugaron un rol preponderante: la construcción de un entorno institucional que apoya ampliamente el desarrollo del sector privado, y el rol de la tecnología en aumentar la productividad”, destaca.
En tanto, en una entrevista concedida al Diario Financiero en noviembre de 2011, el profesional no rechaza de plano un alza de la carga impositiva a las empresas.
“Si me preguntan qué impacto podría tener en Chile subir marginalmente la carga tributaria para financiar un mayor gasto en educación, la respuesta es que depende. Si esos recursos adicionales son usados eficientemente, la competitividad podría mejorar en el mediano plazo, porque mejora la educación del país o tiene una mejor infraestructura”, indica.
“Subir los impuestos de las empresas no reduce necesariamente la competitividad de un país”, concluye.
Rectificación: originalmente se indicó en forma errónea que López-Claros era de nacionalidad chilena, sin embargo el profesional nació en Bolivia.